24 de julio de 2010

4. El Sauz de los Macias

4. El Sauz de los Macias


"(...) me demostraron doce ojos de aguas, los mas de ellos quantiosos y con facilidad poderce conducir a dicho plan y a la ynmediaciones de dichos ojos de agua, algunos arboles de naranjos y sapotes que demuestran ser el temperamento templado(...)"


Informe o vista de ojos
Don Jose de Aldama, 1760



Por información, recogida y publicada por Don Alfonso Quesada Cervantes en 1922,(1) [1] en el libro titulado Apuntes Históricos sobre la Ciudad de la Encarnación de Díaz, (Jalisco.), con motivo de las solemnes festividades de la coronación de la venerada Imagen de la “Santísima Virgen de la Encarnación”, Patrona Insigne de dicha ciudad.  Se sabe que el lugar que actualmente ocupa la hoy Ciudad de la Encarnación de Díaz, se le llamó antiguamente en 1694(2)[2]  El Sauz de los Macías”, identificándose a los habitantes de dicho Puesto como los Macías de “El Sauz”, localizado en el Punto llamado “Rancho Viejo” (Quesada Cervantes, 1922:5 y 17).  Conocido hoy en día como “Los Cedazos”, lugar sobre el cual escribió:

Ignorando la fecha en que fueron descubiertos los ojos de agua que llamamos de “El Cedazo”, sólo se sabe que datan desde la época colonial. Antiguamente se componía de doce pozos o manantiales, existiendo hoy solo tres de éstos. La canalización o caño que es de mampostería, (3)[3] es una obra maestra y de gran costo, sirve para conducir por su pié el agua y abastecer en parte a la población. Dichos manantiales producían tal cantidad de agua, que fué uno de los motivos que ocasionaran el que se fundara en este lugar la ciudad (Quesada Cervantes, 1922:33).

Gracias a estos manantiales de azulosas aguas zarcas, el Sitio del Sauz, fue un lugar de  descanso para viajeros y caravanas, motivo por el que debió contar con unas cuantas construcciones de adobe, que dieran albergue al peregrino durante la noche, ofreciendo para los animales de tiro machero, caballerizas, corrales, establos, y sin duda alguna habría pilas, lavaderos y abrevaderos (Hernández Chávez Rodolfo H., El Desarrollo de la arquitectura en la ciudad de Encarnación de Díaz, Jalisco: una aproximación a su conocimiento y salva guardia, 1993:191).

Ya desde el año de 1551 se había ordenado que para el mejor transito por los nuevos caminos se edificaran posadas o ventas para acomodar a los arrieros y a otros que viajaran, mismas que debían ser edificadas y regenteadas por los estancieros, (4)[4] aportando de esta amanera lugares de descanso seguro a través de las extensas comarcas despobladas y que a la ves servirían como guarniciones fortificadas para el tránsito. Además se estipuló que debían mantenerse abastecidas con todo cuidado y con las necesarias habitaciones, establos y alimentos, que venderían a los precios del arancel indicado (Powell Philip Wayne, La Guerra Chichimeca, F.C.E., 1997:37 y 39).

Afortunadamente, después de haber elaborado mi tesis profesional, como Cronista Municipal, y como miembro de la Asociación de Cronistas del Estado de Jalisco, he tenido oportunidad de consultar diversos archivos eclesiásticos y civiles, transcribiendo, fotocopiando y digitalizando documentación alusivos a  Encarnación de Díaz, a las familias de colonizadores y todo lo referente al desarrollo de su jurisdicción, reproducciones que he tomado del material original que se resguarda en las Notarias Parroquiales de Encarnación, Ciénega de Mata, San Juan, Jalostotitlán, Teocaltiche, Aguascalientes y Lagos; además de los Archivos históricos, del Estado de Jalisco, El Estado de Aguascalientes, El Archivo General de la Nación en México, D.F., el Archivo de Madrid, el Archivo de la Biblioteca de Castilla-La Mancha, el de la Catedral de Toledo y el Maravilloso Archivo de Indias en Sevilla, todos estos en España. Siendo asesorado en mi búsqueda por dos grandes investigadores de talla internacional como lo son Don Francisco Xavier de Castaños y Cañedo y el Dr. Don Mariano González Leal, creador de la Fundación Marqués de San Clemente, a quien debo todo el material que me ha facilitado, sus invaluables consejos, pero sobretodo su incondicional amistad.

Entre la información recopilada, la cual se irá citando en cada apartado, sobresalen los datos más antiguos que hasta el momento se tienen  y que describen parte de las construcciones del Sauz de los Macías, registrados en el Ramo de Protocolos Notariales del Archivo Histórico del Estado de Aguascalientes, (5)[5]  como lo es la mención que hacen en 1715 los albaceas del Capitán Don Antonio de Acosta, originario de San Miguel el Grande,  quien contrajo matrimonio el 22 de Agosto de 1677 en Aguascalientes con Doña Úrsula Álvarez y Macias-Valadez, hija de los dueños del Sauz de los Macías, por lo cual recibió de sus suegros en dote y para ayuda de las cargas matrimoniales “seiscientos y setenta pesos en vacas, tierras y reales, siendo las tierras  una octava parte de un sitio de Ganado mayor en el Nombrado el Sauz (…) en que tiene fabricada una casa de terrado que se compone de sala, aposento, cocina, despensa y corral, todo bien labrado, de cuyas tierras tiene títulos y escrituras…”.(6)[6] Que según los datos publicados por Quesada, las propiedades de la familia Acosta se encontraban por el rumbo norte del Cedazo.

Otra de las familias que llegaron por enlace matrimonial y compras, a poseer tierras y casas en el Sauz de los Macías es la familia Ramírez. Su origen lo podemos conocer por el matrimonio localizado por el Investigador México-Estadounidense Francisco Steven Hernández, y la información genealógica que me fue proporcionada por el Doctor Don Mariano González Leal, quienes han identificado, que el primero en establecerse de esta familia fue Diego Ramírez-Hernández, (7)[7] originario de San Luis del Potosí, al contraer matrimonio en Aguascalientes el 18 de agosto de 1651 con Doña Catalina Macías-Valadez y Álvarez, hermana de Doña Úrsula, la esposa de Acosta, siendo hijas las dos de Don Alonso Macías-Valadez y Vázquez de Retamosa y de su esposa doña Úrsula Álvarez, propietarios del Sauz de los Macías.

Parte de las tierras de Diego Ramírez y su esposa Catalina Macías en “el Puesto del Sáuz de los Macías”, (8)[8] fueron heredadas a su hijo Don José Ramírez y Macias-Valadez, quien a su vez las heredo en consorcio a sus hijos, “las cuales han gozado cultivándola de maíz como de  trigo, en un pedazo de humedad que tiene.” Una de las hijas de Don José, fue María Ramírez Martínez, casada el 12 de Junio de 1710  con Don Bartolomé Hernández Domínguez, (9)[9] quien por ser su esposo  recibió  una fracción de tierra. Además el 5 de Octubre de 1745, Don Bartolomé  compró a sus cuñadas Efigenia y Francisca Xaviera otro pedazo de tierra. Ese mismo día Doña María Gertrudis Guadalupe Ramírez y Martínez, con licencia de su marido Don Manuel de Quesada, (10)[10]  vendió a su cuñado José Manuel Alonso Chávez, (11)[11]  el esposo de María Efigenia Ramírez, “una parte de tierra, toda de panllebar”. Tiempo después, Don Manuel Alonso vendió dicha parte a su sobrino José Hernández Ramírez, el hijo de Don Bartolomé Hernández, fabricada en ella “una casa con una sala  aposento y cocina, con sus puertas y cerraduras”. (12)[12] El estudio genealógico de estos propietarios de tierras en El Sauz de los Macias, nos permite entender la movilidad de estas familias entre el Cerro de los Gallos, al norte de “La Estanzuela” y el Rio de los Sauces, más al sur donde se localizaba sobre su cauce el Puesto del Sauz. También  en esta compraventa, es de resaltar ya la presencia de Don Agustín Manuel Calvillo, principal fundador de la Villa de la Encarnación, quien aparece firmando como  uno de los testigos, pues es cuñado de José Hernández, por que contrajo matrimonio en 1741 con Doña Juana Crisóstomo Hernández Ramírez, hermana de José y una de las hijas de Don Bartolomé Hernández. Las propiedades descritas en los documentos, debieron ser el centro del llamado “Sitio del Sauz de los Macias”.

Para el Dr. Don Mariano González Leal, El Sáuz de los Macías, fue uno de los asientos principales del linaje neogallego de la familia Macías-Valadez, que sirvió de base para la erección legal de la puebla de la Villa de Nuestra Señora de la Encarnación de los Siete Príncipes. Según lo escrito en el capítulo Macías-Valadez,  de su enciclopedia de Retoños de España en la Nueva Galicia, que su publicación está a cargo de la Secretaria de Cultura del Gobierno del Estado de Jalisco. Conocemos el origen y la genealogía de los Macías-Valadez, gracias a los datos que  Dr. González Leal amablemente nos ha proporcionado:

En abundante documentación del siglo XVII se menciona como genearcas de esta antigua familia a Alonso Macías-Valadez y su esposa y pariente María de Retamosa, originarios de la Villanueva de bancarrota en el partido judicial de Badajoz; avecinados en sus propiedades ubicadas entre las Villas de Santa María de los Lagos y de Aguascalientes a partir de la fundación de las dos poblaciones citadas, aunque no puedo afirmar que hayan tenido el carácter de fundadores de Lagos por más que en el acta fundatoria se registren como sus suscriptores un Bachiller Macías(13)[13] y un Bachiller Valdez, (14)[14] seguramente cercanos consanguíneos de nuestros genearcas.

 Respecto a los Bachilleres Macías y Vazquez-Valadez, el Doctor Don Mariano González Leal, cree que seguramente fueron cercanos consanguíneos de Don Alonso Macias-Valadez y de su esposa Doña Maria Vazquez de Retamosa, pues las tres familias vinculadas con estos genearcas: Macías, Valadez  y Retamosa, acusaban desde España estrecha endogamia. Emparentados además con algunos de los primeros conquistadores como Diego Valadez y el conquistador Pedro del Salto. Esta posibilidad se confirma gracias a las exhaustivas investigaciones del Dr. Don Rogelio López Espinosa y del Lic. en Archivonomía  Don Mario Gómez Mata,  quienes han localizado y publicado documentos en que del propio Bachiller Don Gonzalo Vazquez,  hace declaraciones sobre el Bachiller Valadez, de quien dijo: “fue Alcalde Ordinario, mozo soltero a quien el Cuenca Clérigo daba de comer mucho tiempo había y tenia en su casa” y “un Alonso Macias-Valadez (era) su pariente”. (15)[15]

Por su parte el  Investigador, Don Mario Gómez Mata, Director del Archivo Histórico de Lagos de Moreno, a través de su magnífico Boletín, ha dado a conocer los grupos familiares de los fundadores de Lagos, lográndose así  la filiación de otra parte del núcleo familiar de Don Alonso Macías-Valadez, integrado principalmente por su hermana María Macías casada con Diego de Cuenca(16)[16] y el hijo  de estos llamado Juan de Cuenca Macías-Valadez, a quienes los encontramos años después de la fundación Laguense, avecindados en la Villa de Celaya, donde se les hizo merced de tierras en 1607. Juan de Cuenca y su tía Ysabel de Retamosa, fueron registrados en las pesquisas de la Inquisición al ser denunciados en 1614 por recoger tierra de sepultura para dar a sus amantes. Otros miembros implicados en las denuncias e investigaciones en esa villa,  fueron Ana Macías, viuda de Gerónimo de Vargas, descrita como pobre y vieja y que se sustenta de limosnas; un Diego Valadez mencionado como sastre; o inclusive un Alonso Macías-Valadez, quien también recibió merced de tierras en la misma fecha que los Cuenca  (Alberro Solange, Inquisición y Sociedad en México 1571-1700, 1993:295, 301 y 341).

En su inicio la villa de Lagos llevaba una existencia bastante precaria y tenía serios problemas de comunicación con las minas del norte, pues los alrededores “hervían de indios enemigos de aquellas naciones que llaman copuces, zacatecos y guachichiles”. En 1569, el Capitán Luis López Muñiz, pidió ayuda por amenazas de exterminio que le enviaron las tribus guerreras de Zacatecos de Xiconaque y Custique y de Cuachichiles acaudillados por Francisco Coan. (17)[17]

Escribe el Dr. en Historia Don Jesús Gómez Serrano, que en la búsqueda de una ruta directa con Zacatecas, que facilitara la comunicación con Michoacán, fue uno de los motivos que contribuyo al descubrimiento del “paso de las Aguascalientes”, además de que algunos vecinos de Lagos y otros aventureros empezaron a obtener algunas mercedes de tierra debido a la abundancia de agua y a la buena tierra. Esta ruta ya funcionaba de manera regular hacia el año de 1573 y con el fin de fundar la Nueva villa se hizo el reparto de tierras “entre doce vecinos que se hallaron presente a ello”, en tal virtud la villa de Aguascalientes se debió poblar originalmente por doce familias y un numero incierto de primeros pobladores, entre los que se cuentan a Pedro Hernández de Santa Fe y Nicolás Ramírez, (18)[18] quienes tuvieron sus propiedades rusticas en el actual territorio del Municipio de Encarnación, el primero en los Sauces y el segundo en las Peñuelas.

Una circunstancia que contribuyó al despoblamiento de las villas y al acaparamiento de tierras por parte de las familias empeñadas en radicar en ellas, fueron los frecuente y devastadores ataques de los chichimecas, pues en Aguascalientes, para el año de 1584 sólo quedaban dos vecinos y dieciséis soldados; respecto a la villa de Lagos, en 1585, el teniente de alcalde mayor de los Pueblos Llanos declaró que solo quedaban 14 vecinos. En 1593, cundo nuevos colonos acababan apenas de establecerse en la villa de Aguascalientes, los indígenas los asaltaron, no quedando con vida sino unos pocos, entre ellos Gabriel de los Reyes, (19)[19]  quien dio cuenta del suceso a las autoridades (Becerra Jiménez Celina G, 2008:111; Enciclopedia de México, Tomo I, “Aguascalientes”, 1977:114).

Fue así, que muy pocos de los primeros conquistadores se asentaron de manera definitiva en estos suelos, pues unos, a consecuencia de los ataques de los Chichimecas se replegaron más al sur de la meseta Alteña o se avecindaron en la ciudad de Guadalajara, vendiendo sus propiedades; otros debieron de abandonar el lugar arruinados, o continuaron más al norte, hacia latitudes más altas en la búsqueda de nuevos yacimientos mineros para acumular riqueza o prestigio. Al respecto el Historiador Francois Chevalier, en su obra La formación de los latifundios en México. Tierra y sociedad en los siglos XVI y XVII, menciona que, quienes no tenían con que comprar ganado para poblar las tierras,  o por la urgencia de dinero vendían los títulos de sus mercedes a quienes estaban en condiciones de adquirirlos (Alcaide Aguilar José Fernando, La Hacienda Ciénega de Mata, 2005: 283, 304).

La ciudad de Zacatecas fue el punto principal de mercadeo y de venta de carnes, de las pieles, de los animales de tiro y de carga del sebo, de los cereales y de las leguminosas para el consumo humano, prioritariamente, de los trabajadores de las minas, de los capataces y de los sirvientes de las haciendas. Para abastecerlas se traían bastimentos desde muy lejos: Guadalajara, Colima, Michoacán, Apaceo, Celaya, San Miguel, Irapuato,  Querétaro, la Ciudad de México, la Ciudad de Puebla de los Ángeles, además de los productos europeos que llegaban a través del Puerto de Veracruz (Alcalde, 2005: 277).

Los caminos por los que se trasladaban bastimentos y metales preciosos fueron conocidos como Camino de Tierra Adentro y Ruta de la Plata. Lo que debió de influir para que algunas familias procedentes de aquellos lugares,  al finalizar el siglo XVI o al transcurrir el siglo XVII, se establecieron en las villas y estancias de las jurisdicciones de Lagos y Aguascalientes, como los Quesada, Hernández, Calvillo, García de León, Gallardo, Franco de Paredes, Pérez-Franco, entre muchas más que enlazaron con las primeras familias de la Meseta Alteña, formando así parte de las familia que se integraron a la Villa de la Encarnación en 1760 (Alberro Solange, 1993; González Leal, 1983; Archivos Eclesiásticos de Lagos y Aguascalientes; Protocolos Notariales de la Villa de Aguascalientes y comunicación personal con el Dr. Don Mariano González Leal).

Quedando comprobado que esta población, tiene sus orígenes en el siglo XVI como un lugar de paso en el Camino Real de Zacatecas a Michoacán, el cual fue mercedado por  la Real Audiencia de la Nueva Galicia a Don Alonso Macías-Valadez el 9 de Octubre de1577, como Un sitio de Venta(20)[20] en el Río que llaman de los Sauces. Siendo esta Posada regenteada por su familia, y conocida como el Sitio del Sauz, la que al congregar un mayor número de habitantes se le llamó  Puesto del Sauz de los Macías, o simplemente “El Sauz de los Macías”.

Todo parece indicar que desde las dos últimas décadas del siglo XVI Don Alonso Macías-Valadez y su familia frecuentaban la villa y parroquia de Aguascalientes. Sus hijos se interesaron en obtener tierras en el Cerro de los Gallos que “solía ser el Rodeo de Nicolás Ramírez”. (21)[21]  Pues como fundador y poblador de la Villa de Aguascalientes a Don Nicolás se le mercedo el 20 de Octubre de 1575 “un sitio para estancia de ganado menor y dos caballerías en el Puesto de las Peñuelas”,   iniciando  así  la Estancia llamada “San Nicolás de Peñuelas de Abajo”, al pie del Cerro de los Gallos. (22)[22] Don Gaspar Macias-Valadez y Retamosa el 6 de marzo de 1612 se caso en la Estancia de Peñuelas con Doña Mariana de Torres y su hermano Felipe Macías-Valadez y Retamosa el 1 de julio de 1618 contrajo matrimonio con María de Torres. Las dos eran hijas de Don Nicolás Ramírez y de Polonia de Torres (González Leal Mariano, Retoños de España en la Nueva Galicia, Esquema genealógico numero 4, “Hijos de Nicolás Ramírez  y de Polonia de Torres, y familias que de ellos provienen”, Tomo II, 1982; Capitulo Macías-Valadez, indito).

Don Gaspar Macías-Valadez y de Retamosa, logró consolidar varios sitios de tierra en la Cañada de los Charcos, que baja del Cerro de los Gallos, con las que formó la llamada “Hacienda de los Charcos”. Su hermano Alonso Macías-Valadez y Retamosa, fungió como Alcalde de la Villa de Nuestra Señora de la Asunción de las Aguas calientes y adquirió tierras en la Estancia de “San Nicolás de la Estanzuela”, en un arroyo pedregoso que baja al pie del Cerro de los Gallos.

El acaparamiento de tierras por parte de la familia Macías-Valadez, debió de motivar a Don Francisco Macías-Valadez y Vazquez de Retamosa, hijo del Regidor Don Alonso Macias, y esposo de Jacinta de Ortega, a solicitar el 7 de septiembre de 1640 la fundación de una villa con la jurisdicción ordinaria, en la Aldea que le había sido mercedada (Solicitud citada en un documento de 1787, y publicado por Don José Humberto Chávez Aranda en Encarnación- Mito y realidades, 2004:202). El proyecto fue olvidado, por tal motivo en las mediciones al “Sitio de San Nicolás de la Estanzuela”, cercano a su centro se encontraban unos cimientos de una población antigua que hubo en este sitio.

La importancia de la población que se intentó fundar en este punto del Cerro de los Gallos, intermedio entre El Sauz de los Macías y la villa de Aguascalientes, era su ubicación estratégica en el “Camino de los Arrieros que ban a Michoacán”. (23)[23] Esta puede ser la razón por la cual, Don Alonso Macias-Valadez y Retamosa, heredero de tierras en el Sauz de los Macías, paso sus últimos días en San Nicolás de la Estanzuela. Pues según el dato localizado por el Licenciado en Historia don Juan Francisco Javier Salceda y Andrade, y que me fue proporcionado por el Doctor Don Mariano González Leal: el 2 de Enero de 1645  en la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de las Aguas calientes, se dio sepultura a Don Alonso Macías Valadez, “al lado de la pila del agua casi en medio del cuerpo de la Iglesia, falleció en la Labor de San Nicolás, No testo porque era pobre”. (González-Leal Mariano, Retoños de España en la Nueva Galicia, Capitulo “Macías-Valadez”, Inédito).

Gracias a los estudios genealógicos del Doctor Don Mariano González Leal, sabemos que Don Alonso Macías-Valadez y de Retamosa, contrajo matrimonio con Doña Úrsula Álvarez y  procrearon los siguientes vástagos:

 a) Don Baltasar Macías-Valadez y Álvarez, bautizado en Aguascalientes el 26 de enero de 1620. Casó hacia 1656 con doña Luisa Jiménez y Olivares, hija de Juan y de doña Isabel; Don Baltasar Macias Valadez, recibió tierras en el Sauz, como lo demuestra los documentos presentados por los fundadores de la Villa de Nuestra Señora de la Encarnación, donde se hace mención que fue vecino del Partido de Jalostotitlán, (24)[24] vendió el 10 de junio de 1663 a su hermana Catalina Macias 1/6 sitio de Ganado Mayor y 4caballerias que llaman “El Sauz de los Macias”. (25)[25]

 b) Don Joseph Macías-Valadez y Álvarez, bautizado en Aguascalientes el 17 de agosto de 1623. Casó hacia 1651 con doña Catalina de Orán y Vega, bautizada en Lagos el 9 de diciembre de 1635; hija de Antonio Tavera y de doña Leonor Rubio o Gutiérrez de la Vega; Don José Macias Valadez, heredó “El Sitio de Venta en el Río de los Sauces”, llamado  “Puesto del Sauz de los Macias”.

 c) Doña Catalina Macías-Valadez y Álvarez, nacida hacia 1627. Casó en Aguascalientes el 18 de agosto de 1651 con don Diego Ramírez, hijo de Diego Hernández y de doña María Ramírez. Como ya se dijo Doña Catalina, compró a su hermano Don Baltasar Macias Alvarez 1/6 sitio de Ganado Mayor y 4caballerias que llaman “El Sauz de los Macias” y su esposo Diego Ramírez, vecino que fue de dicho puesto del Sauz de los Macias, compro el 10 de Octubre de 1689 a Nicolás Macias Valadez 1/7 de este referido sitio. (26)[26]

Según los documentos de que disponemos, en el año de 1694,  “El Sitio del Sauz”  era conocido como “Estancia del Sauz de José Macias”. Sin embargo lo que debió de mantener con convida al Sauz Grande, fue la llegada de nuevos pobladores, quienes al enlazar matrimonialmente con la familia Macias-Valadez, acaparan ciertos sectores del “Sitio del Sauz”, el cual debió fraccionarse en seis partes considerables, dando origen a pequeños predios como  “Rancho Viejo ó Barrio de España”, “El Puesto de el Sauz de los Macias ó San Pablo”, “El Rio de los Sauces de Macias identificado como San Juan ó Barrio del Arenal”; “El Sauz de los Cuellar ó Santa Gertrudis”. Del sitio del Sauz, solo la mitad poniente de sus tierras serán incluidas dentro del área de donación, este será el motivo por el cual fue necesario conseguir  algunas fracciones de tierra de los sitios colindantes como: el “Sitio de la Cieneguilla, fracción conocida como la Puerta de Santiago o Barrio Alto”; “El Sitio de la Tinaja o Mendoza, donde surge el Barrio del Rosario”; y finalmente “Las tierras realengas del Arrollo del Tecolote ó Barrio del Teco”.

Al fundarse la villa de Nuestra Señora de la Encarnación, solo se empleo una mitad del Sitio del Sauz, ubicada al poniente de Rancho Viejo, la cual aparece registrada en 1743  como propiedad de José Ramírez. El otro medio sitio del Sauz de los Macias, registrado ese mismo año como propiedad de José de Cuellar, quedo al oriente de los manantiales de los Cedazos y aparentemente no existen testimonios de que haya sido donado para la fundación, a pesar de  que, posteriormente  al comenzar el siglo XX, en los Libros del  Catastro, la llamada “Loma de la Estación”, es registrada como terreno municipal donado por particulares para el fundo de la Villa. Esta pequeña fracción del Sauz de los Macías fue conocida como El Sauz de los Cuellar, y colindando al norte con “Rancho Viejo”, y al sur con el Rancho “El Huejote”. (27)[27]

La  identificar de las familias, que habitaron El Sauz de los Macias, ha sido realizada, gracias  a los documentos que se resguardan en el Archivo de Instrumentos Públicos del Estado de Jalisco, en el Fondo de Protocolos Notariales del Archivo Histórico del Estado de Aguascalientes, y a los Libros Sacramentales resguardados en las Notarias Parroquiales de la Región. (28)[28]  Sin embargo son necesarísimo los estudios genealógicos realizados por el Doctor  Don Mariano González-Leal(29)[29]   y de sus diversos amigos y colaboradores, quienes hacen posible la continuidad genealógica en los siglos XVI, XVII y XVIII, que es cuando más lagunas tienen los Archivos Parroquiales, pues han sabido llenar  los huecos a través de la búsqueda de miles de documentos, en Archivos Mexicanos y Españoles, que aportan algún dato o una pista. Es por todo esto, que hoy sabemos que al finalizar el siglo XVII, las tierras del “Sitio del Sauz”, eran posesión de cuatro principales familias:



Los Macias-Valadez de Oran y Vega

La “Estancia del Sauz de José Macias”, hacia 1694  tenía por colindantes: al Noroeste, “El Puesto del Tigre” de los herederos de Don Alonso de Alva y Arenas; al Norte, “Las Tierras Realengas de San Miguel”, mercedadas a Nicolás de Alva y Estrada; al Noreste, “El Saucillo”, de Don Esteban de Anda y las tierras de Lucas Macias-Valadez y Gutiérrez de Mendoza pertenecientes a “Los Sauces”; al Oriente, río arriba, tierras y sitio de Nicolás de Lomelin, que llaman “San Pedro”; (30)[30] al Sureste, “Sitio de Santa Catarina” o Cañada Grande; (31)[31] al Sur, “Sitio de los Maguelles”, Mercedado en 1694 al Capitán Don Antonio de Acosta, y el “Sitio del Frasco”, propiedad del Bachiller Don Francisco Martín del Campo y Muñoz de Nava; al Suroeste, “El Sitio de Mendoza”, propiedad del Capitán Francisco de Mendoza; y al Poniente el “Sitio de la Cieneguilla”, propiedad de Don Miguel de Villalobos.

El Genealogista Don Mariano González-Leal, ha registrado en su magna obra de Retoños de España en la Nueva Galicia que Don Joseph Macías-Valadez y Álvarez y su esposa doña Catalina de Orán y Vega fueron vecinos de la labor de su propiedad y padres de los siguientes vástagos:

 a) Doña Úrsula Macías-Valadez y de Orán y Vega, homónima de la madre.  Nació en Aguascalientes hacia 1656. Casó en Aguascalientes el 22 de Agosto de 1677 con el Capitán Antonio de Acosta, originario de San Miguel el Grande.

b) Don Sebastián Macías-Valadez y de Orán y Vega, dueño de el Sáuz de los Macías. Casó en Aguascalientes el 5 de febrero de 1680 con doña Dominga Josefa, que usaba indistintamente los apellidos Domínguez, Hernández, y Domínguez de los Hinojos; hija de don Blas Hernández-Gamiño y Gómez de Espejo y de doña Luisa Domínguez.

c) Doña Josefa Macías-Valadez y de Orán y Vega, casada en la parroquia de la Villa de la Asunción de Aguascalientes el 29 de noviembre de 1681 con don Antonio de Cuellar.

d) Don Marcos Macías-Valadez y de Orán y Vega, casado con doña María, apellidada indistintamente Ruiz de Esparza, Ruiz de Ulloa o de Ulloa y Ruiz de Esparza, hija de Nicolás de Ulloa y de doña María Ruiz de Esparza

e)  Don Juan Macías-Valadez y de Orán y Vega. Casó en Aguascalientes el 12 de junio de 1683 con doña Juana Gómez de Espejo, hija de don Juan Hernández-Gamiño y Gómez de Espejo y de Anna Domínguez

f)   Tomas Macías-Valadez y de Orán y Vega, casado en Aguascalientes el 2 de febrero de 1693 con María de Miramontes, originaria de Teocaltiche, e hija de Diego Miramontes y de María de Anda. Su hijo Don Fernando Macias-Valadez y Miramontes, bautizado el 28 de junio de 1712 en Aguascalientes, es uno de los fundadores de Encarnación, que en el año de 1759 dono ½ Sitio de ganado menor, nombrado “Mendoza” en el sur de la población, el cual dio origen al Barrio del Rosario (Quesada Cervantes Alfonso, Apuntes Históricos sobre la ciudad de Encarnación de Díaz, Jalisco, 1922:7; Topete del Valle Profr. Alejandro, “El Nacimiento de Encarnación de Díaz”, en Encarnación Rotario, No. 50, Agosto de 1977; Hernández Lugo Lic. Ezequiel, En la Alborada de Encarnación, 1979; Hernández Chávez Arq. Rodolfo H. “Análisis Urbano. Evolución histórica de la traza”, en tesis titulada: El Desarrollo de la arquitectura en la ciudad de Encarnación de Díaz, Jalisco, una aproximación a su conocimiento y salva guardia, 1993:373-380; Chávez Aranda C.P. José Humberto, Encarnación-Mito y Realidades, 2004:185 y 186).




Los Ramírez y Macías-Valadez:

Don Diego Ramírez, como ha quedado dicho, originario de San Luis Potosí, fue hijo de Diego Hernández y de doña María Ramírez. Contrajo matrimonio el 18 de agosto de 1651 en Aguascalientes con Catalina Macías-Valadez y Álvarez, conocida como Catalina Vázquez de Retamosa. Don Diego fue vecino del “Puesto de los Macias”, donde adquirió 1/7 parte de este sitio al comprarla el 10 de Octubre de 1689 a su cuñado Nicolás Macias Valadez. Su esposa Doña Catalina también compró a su hermano Don Baltasar Macias Álvarez 1/6 del sitio de Ganado Mayor y 4caballerias que llaman “El Sauz de los Macias”. (32)[32] Don Diego y Catalina fueron padres de:

 a) Don Matheo Ramírez y Macías-Valadez, español de la Jurisdicción de Aguascalientes y casado en Teocaltiche el 1 de Mayo de 1689 con María Domínguez Marín, hija de Andrés Domínguez y de María Marín, vecinos de Teocaltiche.

b) Don Antonio Ramírez y Macías-Valadez, bautizado el 11 de agosto de 1652 en Aguascalientes  y casado en la Parroquia de Lagos el 15 de Mayo de 1676 con Anna Dorotea Ramírez-Aquete y Ortiz de Anda, hija de Patricio Aquete y de Nicolasa de los Santos Ortiz de Anda y Ramírez. (33)[33] Padres de: Luis Ramírez, bautizado el 27 de octubre de 1677 en Lagos;  Maria Ramírez, bautizada el 10 de Mayo de 1679; Juan Ramírez, e Ysidora Ramírez, bautizada el 7 de Marzo de 1688 en Lagos. Los Hermanos Ramírez Ramírez heredaron de sus difuntos padres  un pedazo de tierra en el Sitio del Sáuz, el cual según la costumbre de la época se encontraba “proindiviso”. (34)[34]  Sin duda, uno de los personajes más importantes de la Familia Ramírez y Vázquez de Retamosa, fue Doña Ysidora Ramírez Ramírez, casada el 22 de Mayo de 1707 en la parroquia de la Asunción de las Aguascalientes con Don Juan López de Nava. Quien hará la primer donación de tierra, como parte del proceso de fundación de la Villa de Nuestra Señora de la Encarnación. Pues con el fin de dejar una obra pía que le asegurara una buena muerte y la salvación de su alma, Doña Isidora Ramírez a través de su esposo el 22 de febrero de 1758 otorgó donación de un pedazo de tierra que tenía en “el Río de los Sauces de Macias” a favor de María Santísima Nuestra Señora de la Encarnación, cuya Imagen se hallaba en “el Puesto de San Miguel”, y al cuidado, culto, y veneración del Bachiller Don Isidro Joseph Raphael de Espino. Donación que hizo “impulsada por motivos justos, católicos y cristianos”, principalmente el lograr que en dicho sitio se construyera un templo donde se pudiera oficiar el santo sacrificio de la misa (Quesada Cervantes Alfonso, 1922:5; Topete del Valle Profr. Alejandro, 1977; Hernández Lugo Lic. Ezequiel, 1979; Hernández Chávez Arq. Rodolfo H. 1993:373-380 y El Señor de la Misericordia de Encarnación de Díaz, Un Histórico Panteón y el Ancestral Ritual de la Muerte, Anexo 1 y 2, 2008:82 y 311-314; Chávez Aranda C.P. José Humberto, 2004:184). (35)[35]

c) Don Pedro Ramírez y Macías-Valadez, bautizado en Aguascalientes el 6 de marzo de 1659.

d) Don José Ramírez y Macías-Valadez, casado con Antonia Martínez de Soto Mayor. Padres de María, bautizada el 10 de octubre de 1690 en Aguascalientes y casada el 12 de Junio de 1710 con Bartolomé Hernández; Micaela, bautizada el 2 de Noviembre de 1692; Sebastián, bautizado el 29 de Mayo de 1695; Matiana, nacida en 1696; Don Feliz Ramírez, quien desempeño el cargo de Regidor y Alguacil Mayor al fundarse la Villa de la Encarnación, fue bautizado el 28 de septiembre de 1698 y casado con María Dolores Muñoz de Nava, originaria de San Diego; María Ifigenia, bautizada el 28 de Septiembre de 1703 y casada con Manuel Alonso de los Hinojos, originario de “La Estanzuela”; María Gertrudis Guadalupe, bautizada el 27 de Junio de 1706 y casada el 30 de abril de 1730 con Manuel de Quesada Ramírez, originario de “La Estanzuela”; y Francisca Xaviera Ramírez Martínez, bautizada el 23 de febrero de 1706 en Jalostotitlán y casada con Simón Alonso, originario de “La Estanzuela”.

e)  Doña María Ramírez y Macías-Valadez, bautizada en Aguascalientes el 16 de Junio de 1653 y casada el 23 de abril de 1679 con Don Nicolás González, nacido en 1658 en Xalostotitlán, hijo de Juan González de Hermosillo y de Doña Ana González-Rubio y Florida. Don Nicolás se estableció en el Sauz de los Macias, pues en este lugar nació su hija Lucia Luna González Ramírez, casada el 19 de abril de 1699 en la parroquia de Lagos con Lorenzo Cervantes-Villaseñor, (36)[36]  padres de de José Cervantes González, quien fue español originario de la “Hacienda del Sauz de los Macias en la Jurisdicción de Aguascalientes” y vecino del Pueblo de San Juan, en “La Laxa”. Es de interés el resaltar aquí, la antigüedad de estas familias en el Sauz, cuyos descendientes, a pesar de estar a favor de la fundación de la Villa de Nuestra Señora de la Encarnación, despertara en ellos ondas rivalidades con el grupo de los recién llegados que apoyaron a Don Agustín Manuel Calvillo, quien controlará por décadas el Cabildo local, motivo por el cual, los Cervantes y los González, desempeñaran un papel importante por la lucha de la Independencia y sus primeros intentos en la búsqueda de la democracia.

También es de interés el hacer mención que ya en el Sauz de los Macias, Don Nicolás González, tuvo por criado a Andrés Morales, a quien se registró como “mulato libre de la Hacienda del Sauz en la  jurisdicción de Aguascalientes”, cuando contrajo matrimonio el 23 de Enero de 1705 con Pascuala de Silva mestiza originaria de Lagos y  que también era su criada del Sauz. Ambos sirvientes fueron los padres de José Martín Morales de Silva, “Mulato libre” bautizado en Aguascalientes el 17 de marzo de 1713, quien aparece como uno de los copropietarios de tierras en el Sitio del Sauz en el acta donación de tierras al Bachiller Isidro Raphael de Espino el 22 de febrero de 1758.

f)  Don Idelfonso Ramírez y Macías-Valadez, bautizado el 2 de Julio de 1665 en Aguascalientes.



Los Acosta y Macías-Valadez:

Al hablar de algunas de  las construcciones, que había en El Sauz, ya se dijo que el Capitán Don Antonio de Acosta, era originario de San Miguel el Grande,  y que contrajo matrimonio el 22 de Agosto de 1677 en Aguascalientes con Doña Úrsula Álvarez y Macias-Valadez, hija de los dueños del Sauz de los Macias, por tal motivo Don Antonio se avecindo por un tiempo en la jurisdicción de Lagos, donde fue labrador y criador de ganados mayores, trasladándose hacia 1695 a la Villa de Aguascalientes.

Don Antonio y Doña Úrsula procrearon 14 hijos, quienes a pesar de haber nacido en el Sauz de los Macias, prefirieron hacer vida social en la Villa de Aguascalientes y radicar por temporadas en la Hacienda de San Bartholome, comprada por su padre, teniendo especial interés en acrecentar esta propiedad cercana al Cerro de los Gallos y las Peñuelas. Es por esto que solo mencionáramos aquellos miembros de la familia que como propietarios de tierras en El Sauz, participaron en el proceso de fundación:

a)                 Doña Juana de Acosta y Macías-Valadez, probablemente la hija mayor, casada con Don Santiago Pedrosa, (37)[37]  padres de Vicente y Antonio Pedrosa Acosta.

b)                 Don Feliciano o Félix de Acosta y Macías-Valadez, el segundo de los hijos,  bautizado el 7 de noviembre de 1679 en Aguascalientes, y casado con María Landeros, originaria de Lagos, padres de José Alexandro de Acosta Landeros, quien fue Alcalde Ordinario de Aguascalientes en 1743 y esposo de de Doña Juana de Acosta o Díaz de Sandi, padres a su vez de el Bachiller José Antonio, Ana María, Cayetano, e Ignacio Acosta y Díaz de Sandi; Doña Gertrudis de Acosta y Landeros casada con su primo hermano Don Antonio de Ortega y Acosta; y Doña María de los Dolores Acosta Landeros, esposa de Don Nicolás Antonio de Guzmán y Prado; (38)[38] además de Ignacio Acosta, que fue expuesto en su casa.

c)                 Don Luis de Acosta y Macías-Valadez, el cuarto hijo, fallecido el 6 de Junio de 1737 y casado con Gertrudis Landeros, quienes al no tener sucesión criaron dos niños llamados Juan y Antonio. Don Luis de Acosta y su hermano Don Agustín, son considerados como fundadores de la Villa de la Encarnación, registrados el 6 de Diciembre de 1758,  fecha en que cedieron tres cuartos y cuatro caballerías de tierra, como parcioneros de Don Miguel de Villalobos, lo cual hace referencia a que se trata de una fracción de “La Cieneguita”, conocida en los papeles de los Acosta, como parte de “Lo de Mendoza”. (Quesada Cervantes Alfonso, 1922:7; Topete del Valle Profr. Alejandro, 1977; Hernández Lugo Lic. Ezequiel, 1979; Hernández Chávez Arq. Rodolfo H. 1993:373-380; Chávez Aranda C.P. José Humberto, 2004:184 y 185).

d)                 Don Agustín  de Acosta y Macías-Valadez, el quinto hijo, bautizado en Lagos el 16 de Octubre de 1685, y esposo de Doña Juana Antonia Landeros. Ya se mencionó que Don Agustín, fue otro de los fundadores, al ceder  en 1758 conjuntamente con su hermano Luis tres cuartos y cuatro caballerías de tierra en “Lo de Mendoza” (Quesada Cervantes Alfonso, 1922:7; Topete del Valle Profr. Alejandro, 1977; Hernández Lugo Lic. Ezequiel, 1979; Hernández Chávez Arq. Rodolfo H. 1993:373-380; Chávez Aranda C.P. José Humberto, 2004:184 y 185).

e)                 Doña Antonia  de Acosta y Macías-Valadez, la séptima hija, bautizada el 8 de Junio de 1689 y casada el 4 de Febrero de 1704 en Aguascalientes con Don Tomas de La Fuente y Padilla, (39)[39] padres de Gertrudis y de Diego José de la Fuente Padilla y de Acosta.

f)                  Don José Manuel  de Acosta y Macías-Valadez, el noveno de los hijos, bautizado el 6 de Julio de 1693 en Aguascalientes, quien contrajo matrimonio con Doña Thereza de Palos y Ruiz Esparza. Es otro de los miembro de la familia Acosta, que también debe ser considerado como fundador, por dono tierras para la fundación, pues por descuido Don Alfonso Quesada, al leer los documentos alusivos,  no lo registro en sus “Apuntes Históricos”, por lo cual permaneció en el anonimato, hasta la publicación del Contador Don Humberto Chávez Aranda, en la que se menciona que el 2 de diciembre de 1759, con el fin de ayudar a la nueva población que se pretendía fundar en el Sauz de los Macias, se hace una donación simple de tres caballerías de tierra en el Sauz, (40)[40] otorgada por Don Agustín y Don Luis de Acosta, prestando voz y caución por Don José Manuel de Acosta, “de las mismas que nuestro padre compro a Doña Juana Macias, mujer que fue de Don Rodrigo de Olivares, (41)[41] las que sedemos para la fundación de la villa del Sauz de Nuestra Señora de los Siete Príncipes y para que conste lo firmamos en dicho día, mes y año”  (Chávez Aranda C.P. José Humberto, 2004:184). (42)[42]

g)                 Doña María de la Encarnación  de Acosta y Macías-Valadez, la onceava hija, casada hacia 1727 con Don Juachin de Ortega, (43)[43] de quien fue su segunda esposa y tuvo por sus hijos a Cosme Damián, Antonio José Blas y a María Rita de Ortega.


Don Antonio de Acosta, fue propietario de San Bartolo, las Rosas, los Magueyes, Mendoza y una parte de tierras en el Sauz. (44)[44] Falleció el 20 de mayo de 1715, pero a consecuencia de los pelitos de sus hijos por la herencia, el reparto de sus bienes se efectuó treinta años después, hasta el 26 de noviembre de 1745. Tocando a cada uno de sus hijos, tierras y varios esclavos, que formaban parte del inventario: (45)[45]

En esa ocasión se acordó entregarle a Don Joachin de Ortega, por si, por su mujer Doña María de la Encarnación Acosta y por sus tres hermanos que son Juan de Acosta, José Manuel de Acosta y Doña Nicolasa Landeros viuda de Thomas de Acosta: veinte y ocho caballerías de tierra que están en el paraje que nombran lo de Mendoza y también en “El Sause”, además de los sitios de “La Tinaja alias los duraznillos”, “La Herrería” y “Los Magueyes”. Sin embargo el Sitio de los Magueyes y siete caballerías ya habían sido vendidas a Don Cristóbal de Cuellar desde el 30 de diciembre de 1720 por Doña Ursula Macias Valadez como viuda de Don Antonio y  en compañía de sus hijos Don Felix y Don Luis de Acosta, como Albaceas. También por las deudas de Don Felix de Acosta, sus sobrinos Vicente y Juan Antonio de Pedroza y Acosta, hijos de su hermana Doña Juana de Acosta y de Santiago de Pedrosa, debieron traspasar el 12 de abril de 1751 a José y a Juan José de Cuellar “dos caballerías de tierra del Río de los Sauces, una en el Puesto del Sauz de los Macias y la otra en la Cañada nombrada del Gigante”. (46)[46]

Finalmente el reparto de bienes y testamento del Capitán Don Antonio de Acosta ya se había cumplido el 18 de julio de 1755, según lo afirmo Don Felix de Acosta al otorgar su propio testamento, en el que hace la aclaración que faltaba aun de cumplirse la voluntad testamentaria de su madre Doña Ursula Macias Valadez. El resto de las tierras que quedaron en posesión de la familia Acosta en el Sauz de los Macias, fueron donadas  tres años después para la Fundación de la Villa de la Encarnación.


Los Cuellar y Macías-Valadez:

Probablemente el genearca de esta familia,  sea Don Pedro de Cuellar, de quien nos dice el Dr. Don Thomas Hillerkuss,  que  hacia 1587 residía en la Ciudad de Guadalajara, era “Traficante de Tributos de Indios” y “Obligado de las Carnicerías de Guadalajara” hacia 1602. Estaba muy estrechamente relacionado con los intereses de Santiago de Vera, Presidente de la Audiencia de la Nueva Galicia, y de Don Fernando Altamirano y Castilla, yerno del presidente, los dos hombres todo poderosos en esa época en Guadalajara (Hilerkuss, Tomo I, 1997:324).

Seguramente sus influencias, fueron determinantes para que Don Pedro Díaz de Cuellar, obtuviera mercedes de tierra en esta región, como fue el caso de un sitio de Ganado Mayor y dos caballerías de tierra, que se le mercedaron el 28 de Mayo de 1594, en “La Ciénega del Mezquite”, conocida como la “Cienéga del Padre Cuenca”, cercana al Peñol del Tecuán. La cual resultó que la adquirió para el Padre Don Alonso López de Espinal, quien la vende el 23 de Junio de 1597 a Don Pedro Mateo de Ortega (Alcaide, 2005:292). (47)[47]

Este Pedro de Cuellar, es el mismo “Pedro de Cuellar Lazo, español”, que siendo vecino de Guadalajara funge como testigo en la Villa de Lagos el 10 de Mayo de 1620, en el Matrimonio de Lorenzo López de Ojeda y de Doña Angelina Gómez, la hija del Capitán Juan Gómez de Portugal y de Catalina López de Nava. Pero al quedar viuda Doña Angelina, Don Pedro decide contraer matrimonio con ella el 18 de Febrero de 1635 (Correspondencia alusiva a la familia Gómez de Portugal  entre las Investigadoras México-Estadounidenses  Doña Mary Lou Montagna y Doña Ofelia Márquez, con Don Jaime Holcombe Investigador del Departamento Genealógico de la Iglesia de Jesucristo de Todos los Santos de los Últimos Días; Gómez Mata Mario, Bautismos, Matrimonios y Defunciones, en el Primer Siglo de Santa María de los Lagos, 2010:242).

Por su parte el Doctor en Derecho Don Mariano González Leal, en su  Obra de “Retoños de España en la Nueva Galicia”,  nos menciona que el antiguo solar de residencia de la familia Cuellar fue la Hacienda del Sauz de los Macias, entre Lagos y la Villa de Aguascalientes; siendo el tronco de los Cuellar Don Antonio de este apellido, (48)[48] “español, hijo de la iglesia”, vecino de la jurisdicción, casado el 29 de noviembre de 1681 en Aguascalientes, con Doña Josefa Macías-Valadez y de Oran y Vega, conocida como Doña Josefa de Álvarez, hija de Don José Macias-Valadez y Álvarez de Arenas y de Doña Catalina de Oran y Vega, propietarios del Sauz de los Macias (González Leal Dr. Mariano, “Retoños de España en la Nueva Galicia”, Tomo II, 1983: 204). De este enlace matrimonial se han localizado el registro de siete hijos, siendo de interés para la historia de Encarnación el mencionar a dos de ellos:

a)                      Don Cristóbal de Cuellar y Macías-Valadez, probablemente el hijo mayor, nacido en el Sáuz de los Macías y casado en la Villa de Lagos según información levantada allí el 10 de enero de  1709, con doña Anna González de Rubalcava y de Issasi, nacida en la Hacienda del Horno y bautizada en Lagos el 25 de julio de 1692; hija de don Melchor González de Rubalcava y González-Florida y de doña María de  Issasi y Martín del Campo.

El 30 de diciembre de 1720,  Don Cristóbal de Cuellar, siendo vecino en la jurisdicción de los Lagos concertó la compra del “Sitio de los Magueyes” y siete caballerías a su tía Doña Ursula Macias-Valadez de Oran y Vega, Viuda del Capitán Antonio de Acosta, por no tener ella forma de continuar el censo y pagar los réditos anualmente, “por las muchas dependencias que el difunto dejo”,  pues dichas tierras su esposo las dio en garantía el 7 de junio de 1713, al solicitar un préstamo de mil pesos en oro común en reales al Santuario de Nuestra Señora de Zapopan, inmediato a la Ciudad de Guadalajara, con la obligación de pagarles el cinco por ciento en réditos cada año. (49)[49]

Con el fin de adquirir la propiedad de los Magueyes Don Cristóbal de Cuellar se comprometió a reconocer los réditos y a pagarlos al Mayordomo de aquel Santuario. Y para acrecentar las tierras contiguas, Don Cristóbal y su hermano Antonio, como albaceas de sus padres, deciden permutar el 1 de abril de 1722, medio sitio de ganado mayor y cinco caballerías en “La Cañada de los Charcos”, (50)[50] por dos caballerías de tierra “del Río de los Sauces” que les entregaría su prima Doña Juana de Acosta como viuda de Don Santiago Pedroza, (51)[51] y aconsejada por Don Felix de Acosta como su Albacea. Como ambas caballerías sumaban 300 pesos, Doña Juana de Acosta se comprometía en dar a los Cuellar 350 pesos al contado en reales de oro común. (52)[52]

Después de treinta años de pleitos legales entre los hermanos Acosta y Macías-Valadez, finalmente el 26 de noviembre de 1745, se efectuó el inventario y la repartición de bienes de Don Antonio de Acosta,  en el que se le entrega a Don Joaquín de Ortega, para sí, su mujer y sus cuñados, especificándose en el documento de repartición, en la cláusula cuarta que “Don Joaquín de Ortega, por haber recibido el Sitio de los Magueyes queda obligado a convenirse con Don Cristóbal de Cuellar, a quien debe pagar las mejoras que tiene hechas en dicho sitio.” En la cláusula séptima se especula la posible venta del Sitio de Mendoza, “que en caso de que en lo que llaman de Mendoza y Sauz, resultare alguna venta otorgada por Don Felix de Acosta, queda este obligado a la evicción y saneamiento de lo que por el resultare vendido, hasta entregarlo libre ó su valor a Don Joaquín de Ortega a quien se le han aplicado estas tierras. Y por que de voz vaga se dice haberlas vendido Don Felix, se pone esta cláusula, sin embargo de que por derecho estaba obligado a hacerlas buenas en caso de dicha venta”. (53)[53]

   Fue así, que una rama de la familia Cuellar originaria del Sauz de los Macias, llamado también  “Sauz de Cuellares”, se desprendió  para dar inicio a los Cuellar de “Santa Rita de los Magueyes”, (54)[54] quienes desempeñaron un papel importante, en la consolidación espiritual de la “Villa de Nuestra Señora de la Encarnación de los Siete Príncipes”.

Dos miembros distinguidos de los Cuellar de los Magueyes, fueron Sacerdotes en el Santuario de Nuestra Señora de San Juan, cuya milagrosa imagen de la Limpia Concepción de María, también era advocada desde el siglo XVII, (55)[55] como “Reina de los Ángeles”. (56)[56] Por este motivo en los Altares de templos y capillas, era colocada su imagen rodeada por los Siete Príncipes Celestiales ó Arcángeles, como lo hizo desde que tuvo su primer Santuario Nuestra Señora del Pueblo de San Juan, a cargo del capellán Mayor Don Francisco Manuel de Lomelín,  a quien le ordeno el Ilustrísimo Señor Doctor Don Diego Camacho y Ávila: “que se le hiciese a Nuestra Señora un precioso camarín, bien dorado y tallado con su media naranja y aristado, con siete príncipes y en su sotabanco toda la Genalogia de Nuestra Señora…”.(57)[57]

Sin duda alguna, además de los hermosos Retablos Churriguerescos de la Parroquia de Aguascalientes y del Magno Santuario de Nuestra Señora de San Juan, que debieron ejercer su influencia en los vecinos de la región (Hernández Chávez Rodolfo H.,  Tríptico  Conmemorativo de los 250 años de la Devoción a Nuestra Señora de la Encarnación, 2003). Fue primordial la actuación de los Sacerdotes Don Pedro José y Don Vicente Ferrer de Cuellar  y González, para que se solicitara la licencia otorgada en 1759, para celebrar misa en la capilla de la “Hazienda del Sauz de los Cuellares” a la devoción de “Los Siete Príncipes”, documento importantísimo localizado en el Archivo del Arzobispado de Guadalajara por el C.P. Don Humberto Chávez Aranda (Dado a conocer en su libro Encarnación-Mito y Realidades, 2004:194 y 195).

b)                 Don Joseph de Cuellar y Macias-Valadez,  probablemente el sexto hijo, bautizado en Aguascalientes el 24 de junio de 1694, contrajo matrimonio en el 8 de enero de 1719, previa dispensa de segundo grado de consanguinidad con su prima hermana Doña Ursula Macias ó Álvarez, hija de su tío Don Sebastián Macias-Álvarez y de Oran,  y  de su esposa Doña Josefa Hernández Domínguez.

Don José de Cuellar, tras la muerte del Capitán Don Antonio de Acosta, adquirió en secreto de su primo Don Felix de Acosta, como su albacea, una parte de tierras en el Sauz de los Macias, pero al ser descubierto el fraude por los demás herederos, Don Felix debió sanear la deuda  entregando a sus sobrinos Vicente y Juan Antonio Pedroza Acosta, dos caballerías en “Calvillo”, (58)[58] alias “El Mezquite” y el “Sitio de los Paredones”, mismas que le fueron otorgadas a Don Felix como herencia en la repartición de los bienes de su padre el año de 1745.  A cambio de esta permuta Don Felix recibió de sus sobrinos las tierras conocidas como “La Troge de Nicolás Pedroza”. Pues ya en posesión de la tierra, Don Felix pudo realizar su escrituración el 12 de Julio de 1751 en la Villa de Aguascalientes, entregándole una caballería de tierra del “Sauz de los Macias” a Don José de Cuellar y la otra caballería del “Gigante” a su hijo Don Juan José Cuellar. (59)[59]

Uno de los herederos de Don José de Cuellar y de su esposa Doña Úrsula Macias, fue su hija Doña María Gertrudis de Cuellar, española del “Sauz de los Cuellares”, casada en Aguascalientes el 21 de mayo de 1752 con José Antonio Macias de Anda, español y vecino del “Sauz de Santa Inés”. (60)[60] El Sauz de los Cuellares, adoptara la advocación y nombre de Santa Gertrudis, por lo menos ya para 1758, fecha en que se menciona en un bautismo, localizado en los libros Sacramentales de la Parroquia de Aguascalientes. Con el paso del tiempo los principales propietarios de Santa Gertrudis, fue la familia “de Anda”, pues Don José Antonio de Anda, al enviudar de Doña Gertrudis de Cuellar, contrajo un segundo matrimonio con Doña Antonia Matiana Romo de Vivar, viuda de Martín Zermeño, quien se avecino con su familia en Santa Gertrudis, como consta del padrón de 1770.

Recordemos que la merced original del llamado Sauz de los Macías fue otorgada como un “Sitio de Venta en el Río de los Sauces”, de aquí que años después se refieran a él como “El Río de los Sauces” ó también como “Río de los Cuellares”. Sin duda que al Sitio del Sauz, cada familia se refería a él como de su propiedad, pero debieron acordar llamarlo finalmente con su  nombre original “El Sauz de los Macias”, al que pertenecían todos como descendientes de Alonso Macias-Valadez. Es por eso, que a la Villa recién fundada, oficialmente se le conocía como: “Villa de Nuestra Señora de la Encarnación, Sauz de los Macias”. En el Informe de Vista de Ojos, realizado el 6 de Febrero de 1760, firman como testigos Don Cristóbal de la Trinidad de Cuellar y González,  su tío Don José de Cuellar y Pedro de Cuellar. (61)[61]

Tras haber sido fundada la Villa de Nuestra Señora de la Encarnación el 18 de agosto de 1760, una fracción del sitio original  siguió conservando el nombre de “El Sauz” por el rumbo de “Rancho Viejo” o “los Cedazos”. Este es el motivo por el cual diez años después de la fundación, en el padrón elaborado en 1770, aparece aún “El Sauz”,

Lugar en el que continuaron parte de sus antiguos habitantes, quienes sumaron 155 personas, agrupadas en 26 casas de españoles y una de indios. Del total, 127 individuos se registraron como españoles, 81.93%; 4 como indios, 2.58%; 2 como mulatos, 1.29% y en 22 casos no se especifico el grupo de pertenencia o condición social 14.19% (Gutiérrez Gutiérrez José Antonio, Padrón Parroquial de Aguascalientes, Archivo Histórico del Estado de Aguascalientes, 2002:202-204). Este núcleo de población dará origen al “Barrio de San Pablo”.

En el padrón de 1770, solamente se registró  como servidumbre a la india llamada Romana que Don José Hernández y su esposa Doña Rosa Martín, tenían para su servicio; y dos mulatos que vivían en casa de Don Santiago Macias.  Pues en dicho padrón, el grueso de la población fue registrada como parte del nuevo núcleo llamado “Villa del Sauz”, con 56 indios y 47 mulatos, excluyéndose aparentemente a los mestizos, pues algunos mestizos fueron registrados como españoles, probablemente si estos eran más blancos, o como indios si su piel era más cobriza, como en el caso de los Marroquín. Por su parte los registrados como indios ya no son de raza pura, pues en realidad son mezcla de indio con español y negro.

La familia Marroquín, jugará un papel importante durante los movimientos armados por obtener la Independencia en la Villa de la Encarnación, pues no obstante de haber sido registrados en 1770 como españoles, eran en realidad  Mestizos, procedentes de “La Joya” en la Jurisdicción de San Juan. El tronco de esta familia es Antonia Marroquín, a quien localizamos procreado hijos naturales como  María Gertrudis Marroquín, nacida en la Joya y bautizada  como “Mestiza” el 22 de junio de 1738. Antonia y sus hijos se establecieron en el Sauz de los Macias, lugar en el que se registra el 7 de febrero de 1748 el bautismo de Juan Manuel Crisóstomo Marroquín, otro de sus hijos naturales y de calidad “Mestizo”.  En el padrón, aun aparece ubicada en el Sauz de los Macias, la casa de Antonia Marroquín, quien vivía en compañía de sus hijos Felipe, Juan, María Gertrudis y Felix Marroquín todos asentados como “españoles”.

Por su antigüedad en el Sauz de los Macias y por participar Francisco, el hijo de Antonia en la fundación y población de la Nueva Villa, la familia Marroquín fue integrada dentro de la oligarquía local, siendo considerada como española y olvidando así su origen mestizo.

En la Villa de Nuestra Señora de la Encarnación, la mezcla racial se volvió parte de la vida cotidiana. La casta designaba a todos los miembros de la sociedad Novohispana, incluyendo a españoles e indígenas; sin embargo, dicho término era utilizado por los españoles y criollos para diferenciarse de las numerosas mezclas raciales, en que se tomaban en cuenta la raza de los padres, de los abuelos y en ciertos casos hasta de los bisabuelos. (62)[62]

Para el Doctor Don Mariano González Leal, fue la vida de las familias españolas aisladas en sus propiedades rusticas, lo que determinó con el tiempo la ruralidad de la población Criolla y a la vez definió a la endogamia como una mentalidad particular en la Región Alteña. La pequeñez de las comunidades españolas en que todos eran parientes por descender de los mismos y escasos troncos comunes y la conciencia subyacente de hidalguía, influyeron en el fuerte arraigo de la costumbre de los matrimonios endogámicos, al buscar al esposo, a la esposa, al yerno o a la nuera, dentro del mismo estrato social.

La Endogamia en la Villa de la Encarnación, afortunadamente ya ha sido estudiada por la Maestra Carmen Paulina Torres Franco, familiar del Señor Arzobispo Don Felipe Aguirre Franco, en su tesis para obtener el grado de licenciada en Historia, con el titulo de “Matrimonio entre Consanguíneos en la Villa de la Encarnación 1836-1850”, periodo delimitado por la cantidad de diligencias matrimoniales, que a partir de esa fecha son más abundantes, hasta antes de  los cambios políticos y legislativos que se dieron en nuestro país. En su estudio, del cual me proporciono amablemente una copia, menciona que uno de los motivos importantes que justificaba la unión entre parientes, se debió a que las personas vivían en rancherías o comunidades pequeñas y aisladas, donde sólo convivían con sus parientes, y el espacio de socialización sin duda los orillaba a tomar esa determinación (Torres Franco Carmen Paulina, 2006: 5,6 y 22).

El matrimonio entre parientes era considerado como incesto, por lo cual los contrayentes tenían que solicitar una “dispensas matrimonial”. Observando la Maestra Torres Franco que en dichas  solicitudes, es frecuente encontrar como causal la frase “estamos emparentados con la mayoría de las familias de nuestro igual”, lo cual refleja la idea de diferencia cultural y social, al no elegir como conyugue a algún habitante que no fuera pariente, pero al no pertenecer al mismo grupo social y económico, era suficiente motivo para considerar el matrimonio con un pariente. Siendo un claro ejemplo de esta actitud, la solicitud de Don Francisco Romo para contraer un segundo Matrimonio en la que se escribió: “Que como yo y mi expresada pretensa nos conocemos nuestros genios y tenemos igual educación y buenas costumbres, también nos es conducente este enlace a nuestro bien espiritual y temporal” (Torres Franco, 2006: 23 y 24).

De acuerdo con la Maestra Carmen Paulina, en el asentamiento, que ha ocupado primero el Sauz de los Macias, luego la Villa de Nuestra Señora de la Encarnación y hoy la Ciudad de Encarnación de Díaz, es común que en la búsqueda de un buen matrimonio, se elija a la futura esposa o esposo, tomando en cuenta cuestiones como el carácter, la educación, las costumbres, la familia y su cuna o nacimiento, prefiriéndose que este perteneciera a su mismo grupo social, para que así el matrimonio fuera entre iguales, y asegurar la estabilidad del matrimonio (Torres Franco, 2006: 58).

Desde los primeros años de la conquista española, hacer un matrimonio entre iguales era importante no solo para la pareja, sino también para toda su familia.  Testimonio de esta práctica costumbrista es el estribillo registrado por el Dr. Don Mariano  González Leal:

“Vamonos para los Altos,
donde son buenos cristianos,
y por no perder la sangre
se casan primos-hermanos”





Arquitecto Rodolfo H. Hernández Chávez
Cronista de Encarnación de Díaz, Jalisco.


[1] La principal información histórica que publicó Don  Alfonso Quesada, correspondiente al origen de la Imagen de Nuestra Señora de la Encarnación y el proceso de fundación de una Villa que llevara su nombre,  procede de las fuentes documentales que él mismo citó como: Un documento escrito de puño y letra del Bachiller D. Isidro Rafael de Espino, capellán de la Hacienda de San Miguel de los Alba, quien sacó a la veneración una pequeñita Imagen Mariana, con la advocación de Nuestra Señora de la Encarnación; otro documento conocido como “Alegatos de la fundación”, citado como Un Códice Antiguo, propiedad de un vecino de San Miguel; además de la información tomada de Varios Documentos que se conservan en este lugar (Se refiere a La ciudad de Encarnación). Algunas copias fotostáticas de estos valiosísimos documentos, fueron dados a conocer públicamente en una interesante exposición presentada por el Profesor Don Ezequiel Hernández Lugo en el Auditorio Dr. Pedro de Alba, cuando desempeñaba el cargo de Secretario y Sindico del H. Ayuntamiento Constitucional, siendo Presidente Municipal el Ingeniero José de Jesús Medina Limón (1983-1985).

[2] Este año, citado por Don Alfonso Quesada como una referencia de la existencia del Sauz de los Macías. Corresponde a los documentos de mercedación del “Sitio de los Magueyes”, en 1694 al Capitán Don Antonio de Acosta, fecha en que se registra por colindante al norte de estas tierras a la “Estancia del Sauz de José Macias” (AHJ, Instrumentos Públicos, Ramo Tierras y Aguas: Instrumentos de la Hacienda de los Magueyes).

[3] A estos “Caños de Mampostería”,  actualmente se les llama popularmente como “Los Túneles de los Cristeros”, por decirse, que durante la Cristiada fueron empleados por sacerdotes y cristeros para ocultarse del gobierno; otra tradición popular los nombra “Los túneles de Juan Chávez”, por creer que sirvieron de escondite a ese famoso bandido. Sin embargo el Señor Don Manuel Romo Ramírez, me comentó que en la vieja casona que ocupó su familia, donde ha existido la tienda la Aurora, se  encontraba una tapadera de madera, que servía de puerta a una escaleras, que daban acceso a unos cuartos subterráneos. Al respecto su abuela le había platicado, que se usaba aquel subterráneo en los tiempos  en que los ladrones como el temido  Juan Chávez, asolaban la región, ocultándose en ellos a las mujeres, costales de maíz o frijol,  y los artículos valiosos como las joyas o los traidos de Europa. Algunas casas del centro histórico de Encarnación,  si contaban con estos pasadizos en alguna habitación principal, mismos que se ocultaban, poniendo sobre de ellos un tapete, la cama o un mueble pesado. Hoy en día al demolerse una vieja casona, aparecen en lo que fueron los patios de servicio estructuras subterráneas, construidos con arquerías para permitir la absorción de los desechos fecales, pues se tratan de “excusados de poso”, llamados también “de Tertulia”, que en la mayoría de los casos son confundidos con “Los Túneles”.  Sabemos que algunas norias, y posos de agua, ubicados en los patios principales,  daban acceso a un sistema de caños conocidos técnicamente como “Galerías Filtrantes”, los cuales servían para extraer la humedad del subsuelo, y se construían en un puto alto, descendían por una loma hasta un llano, donde salía el excedente del agua para ser empleado en los regadíos, por lo general de trigo. Esto justifica la creencia popular que en el panteón existe un túnel que baja por la “Calle del Resbalón” y termina en lo que fue “La Casa del Diezmo”, junto al rio.

[4] Persona que es dueña de una casa de campo, destinada al cultivo y a la crianza de ganado. Conocidas posteriormente como ranchos o haciendas, según sus dimensiones.

[5] Agradezco al Lic. Luis Gerardo Cortés las facilidades prestadas y a Rogelio, el tiempo que ha dedicado en fotocopiar la información solicitada.

[6] Según  el testamento de Don Antonio de Acosta, otorgado por sus albaceas el 13 de Octubre de 1715 (AHEA,  Protocolos Notariales).

[7] Hijo de Diego Hernández y de Doña María Ramírez.

[8] Un puesto, era el sitio o espacio que ocupaba por lo general una congregación de familias, caracterizándose por ser de pequeño tamaño.

[9] Por información, que nos fue proporcionada por Don Francisco Steven Hernández López, sabemos que el origen de la familia Hernández-Gamiño, establecida en  El Sauz de los Macias, se remonta a Juan Hernández, "el Escribano", quien  nació cerca del año de 1570 en Cáceres, provincia de Cáceres, de la Región de Extremadura en España, donde  contrajo matrimonio entre 1590 y 1594 con Anna Velásquez originaria de Guadalupe. Se desconoce la fecha exacta en que él llego al Nuevo Mundo, pero se sabe que se vino con su  esposa, un hijo llamado Domingo y por lo menos cuatro hijas.  Fue dueño de un trapiche o molino de caña de azúcar y una hacienda llamada "Tombendán" en la jurisdicción de Patzcuaro, Michoacán, y que fue vecino de la villa de Salamanca en Guanajuato.  Don Domingo Hernández Velásquez, el gran patriarca, nació en 1595 cercas al Monasterio de Guadalupe, en Trujillo, provincia de Cáceres. Fue el primero en utilizar el apellido compuesto de "Hernández Gamiño" y heredó de su padre la hacienda-trapiche de Tombendán.  Cerca de 1620, al parecer en Salamanca, contrajo un primer matrimonio con Juana Gómez de Espejo, hija de Miguel Domínguez de Espejo e Isabel Gómez Maldonado, familia proveniente de Apaseo en Guanajuato. Don Domingo y Doña Juana, fueron padres entre otros hijos, de Juan Hernández Gamiño y Gómez de Espejo, nacido en 1636 en León, Guanajuato y casado en 1663 en Aguascalientes con Doña Anna Domínguez/ Alonso de los Ynojos, hija de Pedro Alonso de los Ynojos, originario de San Luis Potosí y de Doña Ana Domínguez-Medel, originaria de la Villa de León en Guanajuato; vecinos que fueron de Sierra de Pinos y luego de la Estancia de la Peñuelas, donde se le dio a Don Pedro una merced de tierra en 1634. Don Juan y su esposa se establecieron en tierras de su suegro conocidas como “San Nicolás de Peñuelas” o “Peñuelas de Abajo”, lugar en el que nacieron sus hijos, ,quienes enlazaron matrimonialmente con miembros de la familia Macias-Valadez, entre ellosDoña Juana Hernandez o Gómez-Espejo casada en 1683 con Juan Macias-Valadez y Bartolomé Hernández, estableciéndose así en el Sauz de los Macias, donde el 22 de febrero de 1687, muere Don Juan Hernández-Gamiño    (Hernández López Francisco Steven, “Apuntes Genealógicos de la Familia Hernández-Gamiño, proporcionados por correo electrónico a través de la Maestra México-Estadounidense, Doña Patricia Martínez de Chávez; González Leal Mariano, Retoños de España en la Nueva Gálica, tomo II, Capitulo Fernández de Palos, 1982:282; Archivo Histórico de la Diócesis de Aguascalientes, Libros Sacramentales; AHEA, Ramo Protocolos Notariales; AHJ, Ramo Tierras y Aguas, Instrumentos de la Hacienda de Peñuelas).

[10] Motivado por don Mariano González Leal, me di a la tarea de investigar mis genealogías en las notarias parroquiales de Aguascalientes, Teocaltiche, San Juan de los Lagos, Jalostotitlán y Lagos de Moreno, encontrando que Don Manuel de Quesada y Ramírez, nació en “La Estanzuela”, y se avecindo en el llamado Rio de los Sauces, lugar en el que contrajo matrimonio en 1730 con Doña María Gertrudis Guadalupe Ramírez Martínez; Don Manuel fue hijo de Don Matheo de Quesada, originario de la jurisdicción de Jalostotitlán en lo de Avalos, y avecinado en San Nicolás de la Estanzuela al contraer matrimonio en 1686, con Doña Luisa Ramírez, hija de Juan Alonso de los Ynojos Dominguez y de su esposa  Doña Ysabel Ramírez Rubio; nieta paterna de Don Pedro Alonso de los Ynojos y de Doña Anna Domínguez Medel, dueños de “San Nicolás de Peñuelas”, y nieta materna del Teniente de Alcalde Don Luis López Ramírez y de Doña Catalina Rubio, antiguos propietarios de “San Nicolás de la Estanzuela”, en el Cerro de los Gallos. Por su parte  Matheo era hijo de Alonso de Quesada y Alvarado, y de Juana de Avalos Aldana; nieto de Francisco de Quesada Mendoza y de Catalina de los Ángeles Alvarado, vecinos del Pueblo de San Juan de los Lagos Fue necesaria la ayuda del Investigador Don Alfonso Rodríguez Ortiz, quien me recomendó la gran obra de la Señora María de la Luz Montejano (Sagrada Mitra de Guadalajara Antiguo Obispado de la Nueva Galicia, Expedientes de la serie de matrimonios, Extractos Siglos XVII y XVIII, México D. F. 1999), además el propio Don Alfonso, en conversación telefónica, me proporcionó el nombre de algunos miembros de finales del siglo XVI y principios del XVII, pudiendo establecer así, como tronco de los Quesada Alteños a Don Alonso de Quesada, quien aparece en los antiguos  registros parroquiales de Santa María de los Lagos,  casado el 26 de Noviembre de 1585 con Doña Juana Baptista Hurtado de Mendoza. El posible origen de Alonso de quesada, se localizó, gracias a la página Web de Gary Félix, “Genealogía de México” y a las informaciones de las expediciones de exploración y conquista de Nuevo México, proporcionados por mi tía la Señora Leonor Alba Quesada de Sams, radicada en California E.U.A. quien además me obsequio el libro “Historia de la Nueva México, 1610” (Pérez de Villagran Gaspar, University of New México Press, Alburquerque. 1992). En dichos registros se dice que Alonso de Quesada es originario de la Ciudad de México e hijo de Pedro de Quesada; Don Pedro, se pudo biografiar, gracias a los datos proporcionados por el Doctor Don Mariano González Leal, procedentes de su extensa biblioteca (Catalogo de Pobladores de Don Edmundo O”Gorman, asiento 244, Pág. 496-497; Diccionario Auto Biográfico del Señor Icaza; El Gobierno de la Ciudad de México en el Siglo XVI, Porras Muñoz Guillermo, 1982; Los Bocanegra en la Nueva España de Nieto y Cortadillas Rafael, 1948; Sumaria Relación de las cosas de la Nueva España de Dorantes de Carranza Baltasar, con noticia individual de los descendientes Legítimos de los conquistadores y primeros pobladores Españoles, 1970. Asiento. 119, Pág. 207), en los que se registra a Pedro, hijo de Don Luís Díaz de Quesada y López de Mendoza, originario de Baeza, España, quien llegó en el sequito del Virrey Don Antonio de Mendoza, y de su esposa María Jaramillo, la hija del Conquistador Don Juan Jaramillo y de Doña Marina, la célebre Malinche, Por su parte el Doctor Don Mariano González Leal, mediante correo electrónico, fechado el 2 de Junio del 2006, me comentó: “Yo recuerdo que Guillermo Quesada, el papá de los Quesada de mi edad, decía que por tradición se sabía en su casa que esa familia estaba vinculada con la del Oidor Quesada. Ese Oidor Quesada, cuyo segundo apellido era Figueroa y Bañuelos, si lo localice en el Archivo Histórico Nacional de Madrid, con probanza de enterramiento en la parroquia de Santa Marina de Sevilla, y todo lo demás, y aunque es otra rama, Sevillana, sí procede, documentadamente, del mismo tronco de los Garcíez”.

[11] Don Manuel Alonso, nació en 1698 en la Estanzuela, era hijo de Pedro Alonso de los Ynojos y de Gertrudis de Chávez, originaria de San Marcos; fueron sus abuelos paternos Don Juan Alonso de los Ynojos Domínguez y Doña Ysabel Ramírez Rubio.

[12] AHEA, Fondo Protocolos Notariales.

[13] En documentos de la época, el Bachiller Cristóbal Macías,  fue registrado también como “El Padre Cristóbal Macías Barreto”, el cual a través de prestanombres recibió varias mercedes, la primera fue hecha el  8 de Abril de 1563, por la Real Audiencia de la Nueva Galicia a Pedro Barbero como “un sitio de Ganado Mayor, tres leguas de la estancia del Padre Cuenca, que llaman de Los Sauces, junto a una ciénega de tule y carrizo, junto a la dicha ciénega, esta por la parte de abajo una mata de encinas gruesas de bellotas dulces, que están en un llano, junto al propio rió y muchas tunas coloradas”. También recibió por donación el Sitio de la Maxada o “Santa Anna del Tequan”, mercedado en 1592 a Antonio Rodríguez y el 7 de diciembre de 1599 a Hernán Flores. Ya para el año de 1601, se le registra como párroco de Teocaltiche (AHJ, Instrumentos Públicos, Ramo Tierras y Aguas, Instrumentos del Mayorazgo de Ciénega de Mata; Gómez Mata Mario, Boletín del Archivo Histórico Municipal de Lagos de Moreno, No. 28, “Lagos de Moreno en su CDXXXIX aniversario de su fundación”, Marzo. 2002: 10; Becerra Jiménez Celina G., Gobierno, justicia e instituciones en la Nueva Galicia, La alcaldía mayor de Santa María de los Lagos 1563-1750, 2008: 98).

[14] El Bachiller Gonzalo Vázquez-Valadez, nacido hacia 1537, fue el religioso que acompaño a Hernando Martel en la fundación de la Villa de Santa María de los Lagos, motivo por el cual fue registrado como suscriptor en el acta fundatoria. Su hermana Doña María Valadez, también es considerada una de las fundadoras conjuntamente con su esposo Diego de Cuenca, quien al parecer fue hermano del Presbítero Juan de Cuenca y Virues dueño de la “Estancia del Tequan”, conocida como “La Estancia del Padre Cuenca”. Murió asesinado por los indios Chichimecas hacia 1581 y en su recuerdo a la “Sierra del Tequán se le llamó “Cierra de Cuenca”. Don Diego de Cuenca, hacia 1569 vendió sus propiedades a Don Pedro de Anda (Gómez Mata Mario, Boletín del Archivo Histórico Municipal de Lagos de Moreno, No.16, “Los primeros colonizadores españoles de la Gran Pechititán”, marzo del 2001: 9; No. 28, “Lagos de Moreno en su CDXXXIX aniversario de su fundación”, Marzo. 2002: 10 y 11; No. 67, Marzo-Abril 2008:4, 9 y 5; Archivo de Instrumentos Públicos, Ramo Tierras y Aguas; Hillerkuss Thomas, Diccionario Biográfico del Occidente Novo Hispano, Tomo I, 1997:325).

[15] Otro testigo declaro que era hermano de Juan Ramírez quien desempeñó el cargo de alcalde y se avecindo en Mexticacan (Gómez Mata Mario, Boletín del Archivo Histórico Municipal de Lagos de Moreno, No. 68, Mayo-Junio 2008: 25.

[16] Gómez Mata Mario, “proceso Inquisitorio contra Pedro de Trejo cofundador de Lagos, por blasfemias en la villa Laguense en 1564”, en el Boletín No. 67 marzo-abril, 2008: 9 y 10.

[17] Gómez Mata Mario “Escudo de Armas de Lagos de Moreno”, Boletín del Archivo Histórico Municipal de Lagos de Moreno, No. 28, Marzo. 2002: 14).

[18] Gómez Serrano Jesús, “La Guerra chichimeca, la fundación de Aguascalientes y el exterminio de la población aborigen (1548-1620)”, Caleidoscopio, Año 5, No. 10,  U.A.A. Julio-Diciembre 2001: 22-24, 29 y 35.

[19] Según los datos publicados por la Doctora Celina Becerra,  Gabriel de los Reyes era en 1585 caudillo del presidio de la villa de Lagos y Pedro Rincón Granado, uno de los soldados del presidio de Aguascalientes. Por nuestra cuenta, hemos localizado que a este Gabriel de los Reyes se le dio una merced de tierra el 24 de noviembre de 1598 de un sitio para ganado menor en la “Cañada de San Marcos”, que baja de Las Peñuelas, y tres caballerías de tierra en la Cañada que llaman las Cuevas. Las tierras colindantes a dicho sitio ya se le habían mercedado el 22 de febrero de 1586 a Juan Bautista de Agüero, como “un sitio de ganado mayor y cuatro caballerías de tierra en la Cañada nombrada San Marcos”. Agüero en el año de 1583 desempeñaba el cargo de Alcalde Mayor de las Salinas de Peñol Blanco, y durante la década de 1590 se le ubica en Guadalajara haciendo constantemente negocios en la compra de los tributos de los pueblos de indios, pues fue esposo de Doña Isabel Temiño de Velasco, la hija del Conquistador Francisco Cornejo y de Doña Francisca de Velasco (Hillerkuss Tomas, Tomo I, 1997:30). Sin embargo ambas mercedes recayeron en poder Pedro Fragosso de Chávez, quien hace la composición el 15 de noviembre de 1649 como legitimo sucesor (AHEJ, Tierras y Aguas, “Instrumentos de Santa Inés del Sauz”, año de 1755). Don Pedro, fue hijo Leonardo Fragoso y de Ana de Chávez. Parece ser que su padre Leonardo Fragoso fue estante del Valle de Amatitlán, en la provincia de Ávalos donde aparece registrado según documentos fechados en los años de 1592 y 1595 (Hillerkuss, Tomo II, 2001: 153). Pedro fue conocido como Chávez-Fragoso y contrajo matrimonio con Margarita López de Nava o Muñoz de Nava, aunque también se dice fue esposo de una María Vázquez de Retamosa. Los Chávez-Fragoso enlazaron, principalmente, con otras antiguas familias teocaltichenses y aguascalentenses, siendo su solar primitivo la Hacienda de San Marcos en la jurisdicción de Teocaltiche, hasta el año de 1778 en que se erigió la jurisdicción parroquial de la Encarnación (González- Leal, Capitulo Chávez Fragoso, 1983:207).

[20] Una Venta, era una Casa establecida en los caminos  o despoblados, para hospedaje de los pasajeros.

[21] Era el lugar, donde se reunía el ganado disperso en el campo.

[22] La Estancia de las Peñuelas, que primero fue propiedad de Don Nicolás Ramírez, luego le fue mercedada el 28 de junio de 1634 a Pedro Alonso de los Hinojos y años más tarde el 28 de junio de 1694 a Don Nicolás Fernández de Palos. AHJ. Tierras y Aguas, Instrumentos de la Hacienda de Peñuelas.

[23] Con dicho nombre aparece mencionado este camino en documentos de 1605. Según el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), San Juan de los Lagos, Ojuelos y Encarnación de Díaz, fueron fundados en función de la “Ruta de la Plata”, la cual genero en todo el trayecto haciendas, mesones, fuentes, presas, presidios, pueblos e iglesias

[24] Las ramas de esta familia establecida en  Jalostotitlán, han sido investigadas por el Licenciado en Historia Don Juan Francisco Javier Salceda y Andrade, quien le proporcionó al Dr. González Leal una copia de su trabajo inédito sobre la genealogía de la familia Macías-Valadez, ascendiente suya, para complementar la información que incluyó en su magna obra, particularmente por lo que hace a las ramas de Jalostotitlán y San Juan de los Lagos. 

[25] AHEHL, Archivo Histórico del Lic. Don Ezequiel Hernández Lugo, Documentos con el Titulo de “Reclamación al Cabildo de Don José Ignacio Xaimes en el año de 1805” y publicados por Don José Humberto Chávez Aranda en Encarnación-Mito y Realidades, 2004:183.

[26] AHEHL, Archivo Histórico del Lic. Don Ezequiel Hernández Lugo, Instrumentos presentados por los fundadores el 4 de febrero de 1760, y citados en el “Auto de Vista de Ojos”.  Una transcripción mecano-escrita del llamado vista de ojos, me fue proporcionada por Don Ezequiel, para la elaboración de mi tesis profesional en 1993; Documentos publicados en Chávez Aranda, Encarnación-Mito y Realidades, 2004:183.

[27] El nombre Huejote ó Güejocote, proviene del Náhuatl Huehuet, que significa viejo y Xocotl, fruta agria, y hace alusión a una especie indeterminada de Sauz; el Rancho el Huejote, aparece registrado como rancho independiente en padrones de 1842 y 1858.

[28] Actualmente, contamos con la genealogía de cada una de las familias establecidas en el Sauz de los Macias, las que llegaron durante el proceso de fundación de la Villa de Nuestra Señora de la Encarnación, y las que se establecieron a raíz de la erección parroquial en 1778. Este trabajo, ha sido arduo, pues contiene no solo los registros de las familias españolas, sino que también incluye a los mestizos, los indios, los mulatos libres y los esclavos. Pues para elaborarlo tuve que trasladarme con cierta frecuencia, durante todos estos años, a consultar  personalmente los Archivos Parroquiales de la Región, siendo una herramienta indispensable el buscador de ancestros en www.familysearch.org, pero sobretodo el permiso de los Señores Curas y la buena disposición de los Notarios, a quienes agradezco su colaboración y paciencia.

[29] Afortunadamente Encarnación de Díaz, desde hace mas de 30 años cuenta con las Investigaciones de Don Mariano González Leal, gracias al amor que le profesa a esta tierra, por ser descendiente de Don Manuel Jacinto Guerra y Alba, aquel prospero hacendado, que durante la segunda mitad del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX, convirtió en un verdadero emporio “La Hacienda del Mesón de los Sauces” e impulsó la industria local, mediante la producción de Jabón de Manteca de Cerdo. Una de sus primeras publicaciones es el artículo titulado “Los Precursores de la Villa de la Encarnación”, publicado el 10 de Agosto de 1977 en el Boletín de Encarnación Rotario, No. 50, año V, Fundado y dirigido por el Profesor Don Ezequiel Hernández Lugo; Otra de sus obras dedicadas a las fmilias de Encarnación, es el Estudio Histórico Genealógico sobre la Familia Guerra. Guanajuato, Gto. (1982); además de los diversos capítulos de su Magna obra de Retoños de España en la Nueva Galicia, ya en proceso de publicación.  En el capitulo Guerra-Valadez, escribió que  “Por estricta varonía, los Guerra-Valadez constituyen una rama de la familia Macías-Valadez, de Villanueva de Barcarrota: linaje de conquistadores, fundadores y primeros pobladores, en el que abundan las probanzas de hidalguía y los oficios Nobles. Por consecuencia, la ascendencia agnada de este linaje debe consultarse en el capítulo Macías-Valadez”.


[30] De este sitio surgen los Ranchos: “Río de Lomelines” y “La Soledad”.

[31] Que dará origen a los Ranchos: “El Gigante” y “El Tepozán”.

[32] Instrumentos presentados por los fundadores el 4 de febrero de 1760, y citados en el “Auto de Vista de Ojos”. Documentos localizados por el profesor Ezequiel H. Lugo y publicados en mitos Pág. 183.

[33] Nicolasa Ramírez, fue hija de  Anna o Juana Ramírez, sepultada el 24 de Marzo de 1661 en Lagos, y de Pedro Ortiz de Anda. En comunicación personal con el Lic. Don Mario Gómez Mata, me comento haber localizado documentos, en los que se prueba que Pedro Ortiz de Anda  fue hijo del Capitán Pedro de Anda-Altamirano  y procreado en su mulata María Ortiz.

[34] Con el fin de conservar integra una propiedad familiar, los albaceas no la partían entre los herederos, quienes en ocasiones desconocían a cuanta cantidad de terreno tenían derecho, pues los albaceas por lo general se quedaban en poder de los títulos legales, a pesar de que sus coherederos gozaban de ella y se les reconocía también como propietarios.

[35] AHA, Fondo Protocolos Notariales; “Acta de donación de tierras a Isidro Raphael de Espino”.

[36] Don Lorenzo Cervantes-Villaseñor y Cárdenas, fue hijo de José Cervantes y de Alva y de Doña Josefa de Cárdenas, casados el 18 de Abril de 1668 en Jalostotitlán; José Cervantes, fue hijo de Francisco Cervantes Villaseñor, casado el 15 de Octubre de 1614 en Lagos, con Doña María de Alba Retamosa, hija de Alonso de Alva y de Doña Leonor de Retamosa, nieta materna del Regidor Don  Alonso Macias Valadez y de Doña María Vázquez de Retamosa.  Por esta acta de matrimonio se sabe que Francisco Cervantes, fue hijo de Don Pedro de Villaseñor; pero gracias a Don Mariano González Leal quien amablemente me proporcionó una copia del libro titulado los “Nietos de Don Juan”, podemos saber que Don Pedro Villaseñor y Cervantes nació en Michocán, que fueron sus padres Don Juan de Villaseñor y Cervantes, originario de Guango en Michoacán y Doña Catalina Corona, originaria de Extremadura en España; fueron los abuelos paternos de Don Pedro, el Conquistador de Michoacán y la Mixteca Don Juan de Villaseñor y Orozco-Tovar, originario de la Villa de Velez, en España, y Doña Catalina Cervantes Saavedra y de Andrada, originaria de Burguillos del Cerro en Extremadura, España.

[37] Don Santiago de Pedrosa y de Anda, debió nacer hacia 1669, pues a los 26 años de edad, el 22 de enero de 1695 levanto información para contraer matrimonio con Doña Juana de Acosta y Macias-Valadez, quien era su pariente. Don Santiago fue hijo de Don Nicolás de Pedroza y de Alba, quien contrajo matrimonio el 2 de julio de 1656 en Lagos con Doña Mariana hija del Capitán Juan de Anda Altamirano y González de Castañeda y de su esposa Doña Juana Ruiz de Nava (González-Leal 1983:116). Don Nicolás era hijo de Santiago de Pedroza y de Doña Juana Baptista de Alva y Retamosa; nieto materno de Alonso de Alva y biznieto del Regidor Don Alonso Macias-Valadez, sin duda este hecho contribuyó para que tuviera propiedades contiguas al Sitio del Sauz de los Macias, conocidas con el nombre de “La Troxe de Nicolas Pedrosa” y que dará origen al “Sitio de San Pedro” y al “Rancho de Santa Gertrudis”, pues en los padrones efectuados por la parroquia de Santa María de los Lagos, ya se enlista en 1664 a la Labor de Nicolás de Pedrosa, a quien lo acompañan su esposa Mariana de Anda, y sus hijos Josefa, Antonio, Santiago, Micaela y Fabiana de Pedroza, además de la servidumbre. En el de 1669 se le llama Estancia de los Sauces de Nicolás Pedrosa. De estas tierras Don Santiago de Pedrosa fue propietario de una caballería de tierra en la Troxe de Nicolás Pedrosa, pues heredó de su padre media caballería  y la otra mitad la compro a su hermano Antonio, pero esta fue tras pasada por sus albaceas el primero de abril de 1722 a los hermanos Cristóbal y Antonio Cuellar. También Don Santiago y su esposa tenían tierra en “Los Gigantes” pero en 1751 sus herederos la venden a Juan José de Cuellar, integrándose así el llamado Sauz de los Cuellar, fracción conocida luego como “Rancho el Huejote” (Hernández Chávez, “Las Tierras de los Alva”, versión digital, inédito).

[38] Por las informaciones genealógicas, publicadas por Don Francisco Javier de Castaños y Cañedo, se ha localizado como genearca de esta familia a Don Francisco de Guzmán y Prado, Alcalde Mayor de Pinos y natural de Xeres de la Extremadura, España. Casado con Clara de Ayala, natural de Zacatecas, e hija de Juan de Montoro y de Catalina de Ayala,  principales fundadores de la Villa de Nuestra Señora de la Asunción de las Aguas Calientes (1982:87). Las familias Guzmán de Encarnación, provienen de una rama que se desarrollo en “El Agostadero de Nuestra Señora de San Juan”,  lugar del que luego pasan a “San Sebastián” y a “Las Amarillas”.

[39] El genearca de esta familia es Don Juan Padilla de la Fuente, originario de Xerez de la Frontera, casado en 1616 en Aguascalientes con Doña Petrona de Siordia, hija de Don Pedro Fernández de Vaulus y de María Gabay Moctezuma, La familia “Fuentes” de Encarnación, provienen de una rama que se asentó en el “Arroyo de San Marcos”. Entre los miembros de esta familia es de resaltar la importancia de Salvador de la Fuente Padilla, gestor de los vecinos de las villas de Aguascalientes y de Lagos. Radicaba en la ciudad de Guadalajara y fue quien efectuó la Solicitud de Fundación de la Villa de Nuestra Señora de la Encarnación.


[40] AHEL. Archivo Profesor Ezequiel Hernández  Lugo, “Reclamación al Cabildo de Don Ignacio Xaimes en el año de 1805”, citado por Chávez Aranda, 2004:167 y 168.

[41] Este Rodrigo Olivare fungió el 17 de Abril de 1694 como testigo de Don Diego Guerra Valadez, en las mediciones de un hueco realengo, alindes de la “Estancia de San Juan de los Sauces”. Fecha en la que se le registro como “español de 50 años”.

[42] Recordemos que según testamento de Don Antonio de Acosta, era propietario de “tres partes de sitio en el medio de ganado mayor nombrado el Sauz”, de las cuales recibió en dote  “una octava parte de un sitio de Ganado mayor en el Nombrado el Sauz” (AHEA; Protocolos Notariales).

[43] Gracias a las investigaciones de las Maestras Connie Domínguez y Mary Lou Montana, sabemos que el tronco de esta familia es Alonso Pérez de Ortega, originario de la Villa de Priego en Andalucía, casado con Doña María Muñoz de Xeres, vecinos que fueron de la Villa de Santa María de los Lagos. Las familias Ortega de Encarnación, provienen de una rama que se desarrollo en el “Rio de Santa María”, dando origen a la comunidad conocida como “San Vicente de Ancones”.

[44] Estas últimas donadas por sus hijos para el fundo de la Villa de Nuestra Señora de la Encarnación.

[45] AHA, Protocolos Notariales.

[46] AHEA,  Ramo Protocolos Notariales.

[47] AHJ, Ramo Tierras y Aguas, Instrumentos del Mayorazgo de Ciénega de Mata.

[48] El Dr. Don Mariano González Leal, cita que por informaciones documentales, localizadas en el Archivo de la Sagrada Mitra de Guadalajara, por el Licenciado Don Luis López de Nava y Martínez en el Archivo de la Sagrada Mitra de Guadalajara, se manifiesta que el genearca Don Antonio era "español, hijo de la Iglesia". Siendo de extraordinaria importancia en el esclarecimiento de los orígenes de los Cuéllares alteños, la Información de Limpieza de Sangre  que para ingresar al Real Seminario de San José de Guadalajara en el año de 1734, hizo Don Pedro Joseph de Cuéllar y González de Rubalcava. Localizado y publicado por el Ilmo. Sr. D. Francisco Javier de Castaños y Cañedo, Infanzón de Illescas y descendiente por cognación de este linaje. Según la citada información realizada en San Juan de los lagos, Don Pedro presentó una serie de declaraciones testimoniales que dejaron bien acreditada la calidad de su origen. Aseveraron que el tronco documentado de este linaje alteño, don Antonio de Cuéllar, nacido hacia 1660, era "hermano del Doctor don Antonio Gil de Cuéllar -conocido también como Gil de Hoyos y Santo Hoyo, Arcedeano de la Catedral de Valladolid, y de don Bartolomé de Cuéllar, uno de los fundadores de la Villa de Saltillo y Conquistadores de las Nuevas Misiones de Coahuila, todos provenientes de la ilustre Casa del Marqués de Cuéllar" (Castaños y Cañedo, Francisco Javier de, Aspirantes al Sacerdocio en el Obispado de la Nueva Galicia, 1982:61, citado por González Leal, en el Capitulo Cuellar de su Magna Obra de Retoños de España en la Nueva Galicia). Es de primordial interés el mencionar aquí, que en la correspondencia alusiva a la familia Gómez de Portugal  entre las citadas Investigadoras y Don Jaime Holcombe, se menciona que Tomasa o Tomasina Gómez, otra de las hijas del Capitán Juan Gomez de Portugal, y hermana de Doña Angelina, la esposa de Pedro de Cuellar, contrajo un primer matrimonio el 28 de Abril de 1583 en Lagos precisamente con Juan Xil, vecino de Guanajuato. Sin duda alguna, Don Juan Xil o Gil y Tomasina, serian los Antepasado de Don Antonio Xil de Ollos y Santo Ollo, registrado en las informaciones como “Tío Abuelo” de Pedro José de Cuellar, lo que creemos que debió de haber sido cierto, pero no necesariamente por ser hermano de Antonio de Cuellar, sino mas bien por ser hermanas Angelina y Tomasina. Respecto a la familia Gómez de Portugal, la Maestra en Historia Doña Lina Mercedes Cruz, está haciendo una interesantísima investigación de Doctorado, que aportará nuevos datos para el conocimiento de los grupos oligárquicos de la Alcaldía Mayor de Santa María de los Lagos.

[49] AHEA,  Ramo Protocolos Notariales, 8, 1, 68, fojas  102v y 106f.

[50] Don Antonio de Cuellar, el 7 de Mayo de 1695 compró dos caballerías de tierra al Capitán Don Francisco de Mendoza, quien las había adquirido, junto con mas tierra, por compra a los herederos de su suegro Don Tomas de Villalobos, y este a su vez las compró el 17 de Marzo de 1650 a Don Gaspar Macias-Valadez en La Cañada de los Charcos. Este fue el motivo por el cual el 20 de Marzo de 1653  se le hizo merced a Don Thomas de Villalobos, de un terreno realengo, llamado “La Cieneguita”, consistente en un sitio de ganado menor y ocho caballerías de tierra (AHJ, Ramo Tierras y Aguas; AHEA, Ramo Protocolos Notariales).

[51] De estas tierras ubicadas en el Río de los Sauces, Don Santiago Pedroza de Anda, obtuvo la caballería de tierra de los Magueyes, la mitad por herencia de su padre Don Nicolás de Pedrosa Alba y la otra mitad la compro a su hermano Don Antonio de Pedroza de Anda, esta caballería lindaba por el norte y el poniente con el Sauz de los Macias, por el Oriente con el Sitio de Santa Catarina y por el sur con el sitio de los Magueyes. La otra caballería pertenecía a la tierra llamada “La Troje de Nicolás de Pedroza”, la cual lindaba por el norte y el poniente con el Sauz de los Macias, por el Oriente con tierras y el sitio de Nicolás de Lomelín, río arriba y por el sur con el Sitio de Santa Catarina.

[52] AHEA, Ramo Protocolos Notariales.

[53] AHEA,  Ramo Protocolos Notariales.

[54] Con este nombre aparece registrada la Hacienda de los Magueyes, en 1780, en la partida de Matrimonio  Don Andrés Ygnacio de la trinidad de Cuellar, uno de los nietos de Don Cristóbal de Cuellar y Macias-Valadez, e hijo de Don Cristóbal de la Santísima Trinidad y de Doña María Ygnacia de Figueroa y Orozco (Archivo de la Notaria Parroquial de Nuestra Señora de la Encarnación, Primer libro de Matrimonios).

[55] En virtud de una dotación que hizo el 6 de Abril de 1655, el Capitán Don Juan de Espindola y su esposa Doña Catalina López de Baena, para que el 15 de Agosto, día de la Asunción de María Santísima a los Cielos, se celebraba anualmente su fiesta con vísperas y una misa muy solemne, con preste, diacono, subdiácono y procesión (Márquez Pedro María, “Historia de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos y del culto de esta Milagrosa Imagen”, 1944 34-36).

[56] Esta advocación logró raíces profundas en nuestra región, pues en el Instrumento de compraventa de la “Hacienda de San Juan de los Sauces”, otorgado el 6 de Junio 1760 por Doña Beatriz Dominga Guerra-Valadez en mancomun con su esposo Don Nicolás Cardona a Don Santiago de Jines, vecino de la Ciudad de Querétaro. Se menciona que en dichas tierras se tenían impuestas capellanías: “ mas dos mil quinientos pesos de otra capellanía que sirve el Capellán Segundo de el Santuario de Nuestra Señora Santisima Reyna de los Ángeles María Santísima, que se venera en el Pueblo de san Juan jurisdicción de dicha villa de Lagos” (Archivo Histórico del Estado de Aguascalientes, Fondo Protocolos Notariales).

[57] Dato proporcionado por el Lic. José de Jesús Martín Flores del Archivo Histórico del Arzobispado de Guadalajara.

[58] A las primeras tierras que tuvo en propiedad la familia Calvillo, se les   llamó posteriormente “Calvillito” para diferenciarlas del “Pueblo de Calvillo”, ubicado en el Valle del Huejucar. Hoy en día, Calvillito se encuentra ya conurbado a la Ciudad de Aguascalientes, con el nombre de “Villa Lic. Jesús Terán”. Estas formaban parte de “El Soyatal” y fueron compradas el 4 de Marzo de 1653 a Doña Beatriz de Retamosa, por Don José Calvillo, natural de la Villa de Patzcuaro y vecino que fue de “Sierra de Pinos” (AHEA. Ramo Protocolos Notariales).

[59] AHEA, Fondo Protocolos Notariales. Don Juan José de Cuellar, contrajo matrimonio en 1753 en Guadalajara con María Gertrudis de Gamboa, y fue sepultado el 26 de enero de 1783 en la Capilla o altar del Señor San Joseph, en el interior de la Iglesia de la Villa de la Encarnación, su entierro fue Mayor, con Vigilia, misa de cuerpo presente y cinco posas. Ceremonia fastuosa que demostraba la importancia del difunto; también en la partida de defunción se registró que en su testamento dejó por albaceas al Bachiller Don Antonio Romo y a  Don Pedro de Cuellar, su hermano, indicando que lo que quedare de sus bienes se reparta entre su cuatro sobrinos que son: Doña Juana de Anda, Don francisco, Doña María de Cuellar, ambos hermanos y Doña María de Cuellar, hija de su hermano Andrés de Cuellar (Hernández Chávez Rodolfo H., El Señor de la Misericordia de Encarnación de Díaz, Un Histórico Panteón y el Ancestral ritual de la Muerte, 2008: 1039).  En  una ocasión le pregunte al Maestro Restaurador Don Francisco de Jesús Pérez Hernández, que ¿Cuales era las imágenes más antiguas de la Parroquia?, a lo que me respondió: que el Señor San José de la Parroquia y el Ecce Homo del Panteón, las cuales cree que son anteriores a la fundación, pero que han sufrido transformaciones con el correr de los siglos.

[60] En un principio se le llamó Santa Inés del Saus, por pertenecer a la Comarca del Sauz de los Macias, sin embargo con el tiempo cambio su nombre al Sauz de Santa Inés, siendo conocido también como “El Sauz de los Macías”, lo que ha propiciado que se le confunda con “El Sitio del Sauz de los Macias”, al que se le llamaba también “Suz de los Cuellares”. El Sauz de Santa Inés, fue propiedad de los Macias, descendientes de Don Nicolás Macias-Valadez o Nicolas Ramírez Valadez,  y de Doña María Medina de Siordia, la hija de Don Luis de Medina, el Dueño del Agostadero y de Doña María Fernández de Váulus y de Siordia, conocida como María de Siordia, mujer emprendedora, que tenía su estancia en  Teocaltiche. Don Nicolás Macias era hijo de Don Gaspar Macias Valadez, el Dueño de la “Hacienda de los Charcos” y de Doña Mariana Ramírez de Torres, vecinos que fueron del Valle de Teocaltiche, hijos respectivamente, del Regidor Alonso Macias-Valadez, fundador de la Villa de Lagos y de Don Nicolás Ramírez, fundador de la Villa de Aguascalientes. Don Nicolás Macias-Valadez, recibió de su suegra María de Siordia en dote: “ 220 vacas, 30 novillos y medio sitio de Ganado Mayor que es el del Sauz”. Doña María Fernández de Vaulus y Siordia, era hija de Pedro Fernández de Váulus y de Doña María Gabay Moctezuma, esta ultima hija de Don Martín Gabay “El Navarro” y  de la enigmática Petrona de Moctezuma, de quien se decía ser descendiente del Emperador Moctezuma (Según los datos publicados por el Ing. José Luis Vázquez en su Obra de Genealogía de Nochiztlán, Cap. 58, 2001:187-196). Don Martín Navarro, compró a Catalina López, viuda del Capitán Juan de Portugal, la llamada  “Ciénega de los Puercos”, a la que anexo otras tierras para fundar la “Hacienda de San Nicolás de Chapultepec” a 3 leguas distante del Pueblo de Hiconaque y 7 de Teocaltiche, a orillas del río  Grande que viene de Tepezalá (Hernández Chávez, Rodolfo H., “Una Vieja Historia Familiar, Entre la Estancia de Santa Inés del Sauz y el Puesto del Sauz de los Macías”, 2003, versión digital).

[61] AEHL, Informe que sobre el Sauz de los Macias presento Don José de Aldama, sobre el lugar donde se fundaría la Villa de la Encarnación. Seguramente este Pedro de Cuellar, es el hijo de Don José de Cuellar y Macias-Valadez, citado como albacea y hermano de Don Juan José de Cuellar en la ya mencionada acta de defunción  (Hernández Chávez Rodolfo H., 2008: 1039). 

[62] Para el estudio de las Castas en la Región de los Altos, son de primordial importancia las investigaciones Del Lic. Don Mario Gómez Mata, Bautismos, Matrimonios y Defunciones, en el Primer Siglo de Santa María de los Lagos, 2010, y las investigaciones de la Doctora Doña Celina Becerra en la parroquia de Jalostotitlán como centro regional. Según lo observado por ella, en “Geografía Matrimonial en una Parroquia Alteña”. Esta Micro Región Ranchera no constituía una excepción en el México colonial en cuanto a la composición de su población, pero existen diferencias significativas en cada grupo sociorracial en su comportamiento frente al matrimonio: